La Tostá

Los jóvenes y la vivienda

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
20 ene 2023 / 07:21 h - Actualizado: 20 ene 2023 / 07:25 h.
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Hace medio siglo, sobre todo en los pueblos, los jóvenes compraban un solar porque trabajaban desde niños y cuando acababan la casa se casaban y se emancipaban. Hoy se hipotecan por treinta años y el capitalismo los tiene pillados por los cataplines más de la mitad de sus vidas. Este es el triste panorama en nuestro país. Es imposible que un joven de entre 25 y 35 años se pueda ir de su casa, porque no se puede comprar un piso y mucho menos un adosado. Ni siquiera trabajando. Los trabajadores somos hoy más pobres que nuestros padres, y no es ninguna tontería. Mi padre era un jornalero de Arahal que trabajó siempre en lo que podía, hasta los 33 años, en que murió, y se pudo hacer una modesta casita en el Camino de la Mata. De sus cinco nietos, y medio siglo después, sólo uno de ellos, se ha podido comprar un piso, con una hipoteca de treinta y cinco años. O sea, que se jubilará hipotecado, amarrado y preocupado siempre porque si se quedara parado o enfermara, correría el riesgo de que le quitaran el piso, aunque hubiera pagado más de la mitad. ¿Dónde está el progreso para los trabajadores de jornal, de sueldo? Los que han progresado son los políticos de izquierdas que nos dijeron que iban a dignificar a la clase trabajadora. A lo mejor se referían a que la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de izquierdas, vive en un piso de lujo del Estado donde no paga nada y va a que le hagan la manicura con zapatos de cientos de euros. Uno de mis sobrinos trabaja cuando puede a cinco o seis euros la hora, tiene que ir con su propio coche a donde lo manden, pagándose la gasolina y a veces echando solo tres o cuatro horas al día. ¿Cómo se podría comprar un piso para emanciparse y crear una familia con este plan laboral? Los jóvenes que pueden estudiar una carrera, porque sus padres se la pueden pagar, cuando la acaban tienen que ponerle dos velas al Gran Poder para acceder al mercado laboral o irse de España en busca de un buen sueldo, el doble o el triple que aquí, si hablamos de ingenieros o médicos. No puede ser que un joven que gana 1000 euros al mes tenga que pagar 600 de hipoteca, porque se ve obligado a malvivir con 400 al mes. Tal y como están los precios de todo, la cesta de la compra, el combustible y la luz, sin contar los impuestos, ¿cómo pueden hablar del “Gobierno de la gente”? ¿De qué gente hablan?