Los medios y los días

Los muertos hablan

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14 dic 2019 / 08:42 h - Actualizado: 14 dic 2019 / 08:45 h.
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  • Francisco Franco junto al general Gonzalo Queipo de Llano y el cardenal Ilundáin. / EL CORREO
    Francisco Franco junto al general Gonzalo Queipo de Llano y el cardenal Ilundáin. / EL CORREO

Vamos a ver, ¿el PSOE no es un partido laico? ¿Podemos no es un partido marxista y en Andalucía más marxista todavía con el trotskismo que se traen entre manos? O sea, puede que sea ateo. Entonces, ¿qué les importa a estos partidos que un general fascista esté enterrado en un templo católico? Eso será problema de la conciencia de los católicos y en concreto de la Hermandad de la Macarena que, ahora mismo, con ese hombre ahí sepultado, es un trueno vestido de nazareno, como diría Antonio Machado, y está a Dios rogando y con el mazo dando.

Esto no lo digo yo, lo dicen los restos del radiofónico don Gonzalo Queipo de Llano, un maestro de la propaganda que se cargó a los rojos y no rojos en poco tiempo y colocó las raíces de una Sevilla meapilas que aún colea y de unos rojos que claman venganza. Pero se trata de un problema de la Iglesia, del Papa, de los creyentes, del Palacio Arzobispal de Sevilla, los rojos de ahora deberían dejar ya en paz a los muertos y encargarse a fondo de los vivos, qué hartura de utilización de los muertos, parece como si en Sevilla todos viviéramos en tierra próspera, sin desempleo, sin empleos basura, con una ciudad financiera y varios Silicon Valley de los que han partido formidables multinacionales que comercian tecnologías punta por todo el planeta. Parece como si tuviéramos esa ciudad del audiovisual de la que hablaron hace tiempo, y amplias infraestructuras, parece como si el puerto de Sevilla ya gozara de la entrada de grandes cruceros y mercantes y se hubiera levantado otro sistema de regadío para el arroz. Entonces, como no tenemos nada mejor que hacer porque nadamos en la abundancia, vamos a hablar del facha de la Macarena porque Sevilla va bien. Y si hace falta también hablamos de enterrar en otra parte a Fernando III que mató a muchos islámicos en 1248.

Cuando mueren, los seres humanos siguen hablando para poner en evidencia a sus congéneres y sacar a la luz sus miserias. Hay quien necesita a las víctimas de ETA no para recordarlas exactamente sino para formar sus grupos de influencia a costa de las víctimas, ¿cuándo se ha visto que la muerte separe tanto? Separan los muertos del terrorismo de ETA, separan los muertos del yihadismo, las mujeres asesinadas..., todos hacen hablar a los muertos porque lo de menos son los muertos, lo importante es ser protagonista a costa de los muertos, como la canción Dama, dama, de Cecilia, donde la dama quería ser la muerta en el entierro con tal de destacar sobre los demás.

Los muertos hablan cuando la policía y el forense los examinan, los muertos hablan desde el recuerdo de los vivos y los vivos no sólo los recuerdan para honrarlos sino para alcanzar sus fines personales y colectivos. Ya está Franco en otra tumba. ¿Y qué? La democracia se está pudriendo tanto que a la gente eso le ha importado bien poco a la hora de votar. Ahora otra vez Queipo. Y todo en nombre de los trabajadores. Pero en Sevilla hay una barriada llamada San Gonzalo en honor al fascista que la construyó, si uno camina por allí puede que aún se tope con algún símbolo fascista. Y el general la construyó para los obreros y los obreros estaban al lado de la parroquia de San Gonzalo, llamada así en honor del general.

¿Por qué no nos dedicamos de una puñetera vez a desarrollar Andalucía? ¿Por qué no les dicen esos rojos del siglo XXI a la gente que nos debería dar vergüenza ser una tierra subsidiada donde mucha gente vive de las limosnas que nos dan desde fuera, no de lo que sudamos aquí e incluso rechaza trabajos para seguir viviendo en la ociosidad? Eso no da votos, ¿verdad? Ustedes no son de izquierdas, ustedes son sencillamente oportunistas que persiguen unos votos con los que asentarse en el sistema.