Los youtubers españoles escapan a Andorra. Al menos un buen número de ellos, los que ganan unas cantidades astronómicas por hacer lo que hacen. Dicen que en España les trituran con los impuestos, que aquí se paga mucho. Aunque, en realidad, lo que les pasa es que allí se paga muy poco. Mucho menos que en la mayoría de los países más avanzados de Europa, por ejemplo. Por eso se van a Andorra. Y lo dicen sin despeinarse, como si los demás españoles no pagasen lo que les corresponde y de forma proporcional a lo que ganan, lo dicen como si esta crisis sanitaria y económica la estuvieran pagando ellos solos.
Deberían tener en cuenta los seguidores de estos sujetos que no pagar en España los impuestos influye decisivamente en que la redistribución de la riqueza del país sea mejor o peor. De eso va el asunto de los impuestos. De pagar más los que ganan más y menos los que pagan menos para que, así, los servicios básicos sean accesibles para todos. Se llama solidaridad aunque algunos lo tachen de injusticia, de robo o de cualquier cosa que tenga carácter peyorativo. No se trata de pensar que uno es capaz de asumir los gastos médicos, por ejemplo, y que llegado el momento se puede operar en la mejor clínica del mundo porque para eso es youtuber famoso. No, se trata de pensar que algunos de tus seguidores están tiesos como la mojama y que no podrán operarse en buenas condiciones porque algunos salen pitando para pagar impuestos en otro país. Los impuestos permiten que las oportunidades sean parecidas para todos o que al menos las diferencias no sean brutales e injustas.
¿Qué pasaría si un familiar o un buen amigo de estos tuvieran que ingresar de urgencia en un hospital? Pues lo normal. Se les atendería porque para eso el Estado español recauda (a través de los impuestos de los españoles que no se van a Andorra a vivir) lo suficiente como para atender a todos los que enferman. Es muy fácil de entender.
Moral y ética, poquita. En plena pandemia y tal y como está el patio salir pitando y, encima, haciendo ruido para que tengamos que, encima, dar las gracias o, si nos negamos, ser unos apestados vendidos al poder.
Por otra parte, algunos de estos youtubers se están dedicando a repartir a diestro siniestro entre todo aquel que se ponga enfrente y les diga un par de cosas que les gustará más o menos, pero son ciertas del todo. Solo faltaba que apareciesen un grupo de reyezuelos ignorantes al mando de una jauría que les idolatra pensando que son los dioses del futuro. Los seguidores de estos youtubers deberían pensar si quieren ser así, como sus ídolos; o prefieren un tipo de vida en la que el trabajo y los valores más poderosos que atesora el ser humano ordenen el universo de cada persona. La falta de esfuerzo para conseguirlo todo, la incultura o la deslealtad con tus compatriotas no puede ser un soporte para nadie.
Pues nada, aquí nos quedamos en ‘Españita, la tierra de nuestro corazón’, la misma que a todas luces dejó de ser la de El Rubius. Aquí estaremos por si, en alguna ocasión, necesita la ayuda solidaria de los españoles. Que no lo descarten porque la vida es muy larga y terriblemente extraña. Lo que no va a cambiar es el sentido de la solidaridad.