La vida del revés

Luz, gasolina, gas... ¡Preparen la cartera!

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18 jun 2021 / 09:18 h - Actualizado: 18 jun 2021 / 09:22 h.
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La que nos espera es fina. Los precios de la gasolina, de la luz, del gas y, de forma inevitable, de todo lo demás, van a ser nuestra peor pesadilla.

Si el precio del petróleo sube el resto de precios sube. Eso es algo que todos sabemos. Si el precio del petróleo baja el resto de los precios se quedan como están. Eso es algo que nadie termina de comprender. Esto recuerda un poco a lo que pasó con la llegada del euro. ¿Recuerdan aquellos ajustes de céntimos que nos colaron y que supusieron el principio de una subida de precios bestial? No nos enterábamos de nada y si nos subían cinco céntimos (redondear, lo llamaron) nos los tragábamos sin decir esta boca es mía. Pues con la gasolina y la luz y el gas y lo que haga falta, hacen lo mismo.

La gasolina alcanza, ahora, los precios más altos en siete años. ¿Recuerdan cuánto les costaba llenar el depósito del coche hace un año? No piensen más, ya se lo recuerdo yo: si su depósito es de 55 litros, hoy les cuesta llenarlo algo más de 75 euros, es decir, 13,6 euros más que hace un año. Si es diésel, hoy pagarán 67,7 euros, es decir, 11,6 euros más que un año atrás. Les recuerdo que, del precio de la gasolina, el 50 por ciento son impuestos. Sí, el 50 por ciento. Es un dato que no se puede olvidar y que este Gobierno no ha sido capaz de remediar. Me viene a la cabeza el IVA de las mascarillas y la gestión del Gobierno de Sánchez y, en aquel entonces, Iglesias. Me vienen a la cabeza decenas de casos de abusos y de gestión lamentable e ineficaz.

Lo de la luz comienza a asustar. Desde que nos visitó Filomena, en España no se alcanzaban los precios actuales.

El precio del petróleo se ha disparado puesto que ya no hay restricciones de movilidad. Todo el mundo puede conducir para ir de un sitio a otro y eso hace que la demanda se multiplique y los precios se disparen. Lo que no ingresaron las empresas durante los confinamientos y las épocas de restricciones a la movilidad, lo van a ingresar ahora.

La luz sube porque el gas ha multiplicado su precio por cinco respecto al año pasado y porque las emisiones de CO2 no dan tregua (ya cuestan el doble que en 2020). Este es un eterno problema que no hay forma de solucionar porque las presiones a los políticos son disparatadas. No hay Gobierno que pueda con este asunto. Es el gran agujero negro de los políticos. Se los traga a todos y los coloca en despachos maravillosos que pagamos entre todos con nuestros recibos de la luz y del gas.

Aunque en los meses de verano vivamos la fantasía de una corrección de los precios muy moderada, el año acabará fatal y el próximo será el horror.

Pues nada, les ruego que tengan a mano esta columna cuando estén pensando en su político preferido. Igual se declaran apolíticos recalcitrantes y sin posible remedio. O se hacen políticos intuyendo un gran futuro para ustedes y sus allegados. Todo puede ser.