Macarena Olona se carga a Ortega Smith en diferido

Image
07 oct 2022 / 16:42 h - Actualizado: 07 oct 2022 / 16:54 h.
"Opinión","Política","Macarena Olona"
  • Macarena Olona. / E.P.
    Macarena Olona. / E.P.

La vida, casi siempre, es pura poesía, pura fantasía y pura maravilla. No me digan que no resulta poético que Francisco Javier Ortega Smith-Molina haya sido cesado por el presidente de su partido como secretario de organización (eso sí, le ha nombrado vicepresidente del partido; el problema es que como vicepresidente no se ejerce poder ejecutivo alguno y como secretario de organización se mueven las fichas a lo grande), cesado, decía, después de tener una serie de movidas con una mujer (Macarena Olona), esto es, por culpa de una mujer; y haya sido sustituido por un hombre negro con raíces ecuatoguineano, Ignacio Garriga, es decir, lo que venimos conociendo como un hijo de inmigrante. No me digan que no es lo más de lo más.

La crisis interna de Vox es evidente y no pueden ocultar nada de lo que está pasando, ni siquiera pueden maquillarlo. Como todos los partidos nuevos que irrumpen con fuerza en el arco parlamentario, Vox presenta signos de deterioro estructural (no había cimientos y esto es lo normal, que se derrumbe lo construido)y de conflictos personales (la necesidad de llenar las listas electorales obliga a los partidos que crecen deprisa a echar mano de personas que no saben ni de qué palo van). Del mismo modo que Podemos se vino abajo llegado un momento para anclarse a un electorado limitado que no crece hagan lo que hagan, es posible que Vox retroceda en las urnas y se quede esperando a ser una especie de bisagra para la derecha española.

Sea como sea, lo de Francisco Javier Ortega Smith-Molina me parece cómico. Tanta leña ha dado a los inmigrantes que parece de coña que le mueva la silla el hijo de uno de ellos; tanto pelear para eliminar ese avance feminista tan necesario y el resultado es que, cuando parecía que él había ganado la batalla, su presidente le calienta las orejas quitándole su despacho.

Pura poesía, pura fantasía y pura maravilla (puta poesía, puta fantasía y puta maravilla, pensará Ortega Smith). Yo preguntaría a Espinosa de los Monteros si sabe algo de esto; igual le aclara las cosas y eso.