Desvariando

Manolo Sanlúcar en las redes sociales

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
07 mar 2021 / 10:17 h - Actualizado: 07 mar 2021 / 10:20 h.
"Flamenco","Música","Arte","Facebook","Desvariando"
  • Manolo Sanlúcar. / EFE
    Manolo Sanlúcar. / EFE

Anoche descubrí que Manolo Sanlúcar ha llegado a Facebook con el perfil Manuel Muñoz Alcón, su verdadero nombre y apellidos. El genio de la sonanta quiere seguir aportando cosas al flamenco, arte que es toda su vida. Algo delicado de salud, podría dedicar todo su tiempo a descansar, a la lectura o los paseos por la playa. O a pintar, que no lo hace mal. Es además un buen coleccionista de obras de arte, con especial atención a la pintura. Pero el hijo de Isidro Muñoz, el guitarrista panadero, aquel gran hombre sanluqueño, sigue teniendo la necesidad de servir al flamenco. Cuando me preguntan en qué han sido diferentes él y Paco de Lucía, siempre destaco esta cualidad de Manolo: la de enseñar. Paco no era de dar cursos, charlas o seminarios. Nunca dedicó horas diarias a la investigación, a saber quiénes fueron los pioneros del flamenco y qué aportaron. Tampoco escribió nunca libros como resultado de las investigaciones que no hizo. Manolo ha hecho todo eso y, como vemos, quiere seguir haciéndolo, ahora desde las redes sociales. Muchos se van a preguntar qué hace un genio como él metido en esa selva, a sus años. Enseñar, eso hará. Nunca ha ido solo a ganar dinero, aunque lo haya ganado, y mucho. Hace muchos años me lo encontré dando un curso en Córdoba y al preguntarle por qué lo hacía me dijo que necesitaba ponerse al servicio de la guitarra y de los jóvenes guitarristas. “Alguien tenía que hacerlo”, me dijo. En ese curso había jóvenes guitarristas que hoy son grandes figuras. Fenómenos como Rafael Riqueni, Vicente Amigo o el Niño de Pura lo son por haber sido amamantados por Manolo. Miles de jóvenes del mundo entero han venido a España solo para estar en sus cursos, que le han costado mucho dinero porque lo apartaban de los escenarios. Ahora podrán seguirlo en su perfil de Facebook los hijos o los nietos de aquellos que venían a sus seminarios, y esto es algo que solo él es capaz de hacer porque tiene, entre sus muchas otras cualidades, la de la generosidad. ¿Cómo si no iba a gastarse sus ahorros de toda la vida en una magna obra docente sobre el flamenco, que está a punto de presentar. Trece largos años ha estado dedicado a acabar esa obra tan necesaria para que el mundo sepa qué es y cómo es nuestra música más universal. Para que los artistas no sientan complejos de inferioridad cuando van por el mundo y les preguntan en alguna televisión qué es el flamenco, qué una soleá o qué una rondeña. O quiénes fueron el Maestro Patiño, Paco el Barbero, Juan Gandulla Habichuela, Ramón Montoya o el Niño Ricardo. Recuerdo el día que fui a llevarle discos a su finca de El Pedroso, que me había pedido para esta obra. Escuchó tocar a Miguel Borrul hijo y, con cara de asombro, me dijo: “Ahí mamó Diego del Gastor, ahí está el origen de algunas de sus célebres falsetas”. Al día siguiente me llamó y me dijo que había comprobado cómo el toque por tarantas, de acompañamiento, de este guitarrista catalán, era parte de la base evolutiva de los estilos mineros. De eso, entre otras cosas, va su obra, que puede ser revolucionaria. Y ahora, además, el genio del pelo blanco nos va a hablar cada día desde su muro de Facebook para que sigamos aprendiendo y siendo mejores aficionados. ¿Se puede ser más generoso? Imposible.