Marinero en tierra

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27 oct 2018 / 11:19 h - Actualizado: 27 oct 2018 / 11:20 h.
"La trastienda hispalense"

Me siento en la mesa de mi estudio, saboreando mi vuelta con los Híspalis al “que no nos falte de ná” de las sevillanas. No tengo remedio. Me sigue cautivando la vieja danza del tres por cuatro con su universal revuelo de volantes. Me envenena y me fascina jugar con sus compases a través de la métrica. Me divierte la rima perfecta. Y la imperfecta, me hechiza. Veinticinco coplas en suite hispalense, celebrando los veinticinco años de la Feria de las Naciones, en el viejo Prado de la Feria, donde San Sebastián nos recibió con chubasquero de noche loca y lluviosa.

Levanto la cabeza y veo, entre mis libros, la paloma de Alberti... Y vuelvo a soñar con el paseo de su brazo por las empedradas calles que rodean la romana Piazza de Santa María. Años de destierro y deserción, de chianti y tarantella. Querido Rafael, hoy se cumplen 19 años de tu fallecimiento. Tu eterna presencia en mi corazón, hoy se reaviva gratamente con estos versos que te canto:

Poeta... Naciste a la orilla del mar flamenco de la bahía, poeta de Andalucia, marinero universal. Hijo de Vicente y de María, casi en nochebuena, ¡qué alegría!, abriste los ojos al mundo con pasión, Puerto de Santa María, en 1.902.

Tu gran afición fue la pintura y dejaste tu Puerto de hermosura para estudiar Bellas Artes en Madrid, donde encontraste la fortuna por tu forma de escribir. Marinero en tierra, lejos de tu hogar, soñando en la paz, que ganaste en la guerra de la libertad.

“El alba del alhelí” y a “Cal y canto”, “La amante”... Lejos de tu río Guadalete, fuiste del gran parnaso de los siete, que alcanzaron, con sus obras, el clamor, poetas del 27, versos de revolución. Refugiado en Francia y Argentina, veinticinco años de tu vida, lejos de los verdes mares de tu amor, de Picasso hasta Alfonsina, al son de resignación.

Fuiste exiliado español, “Entre el clavel y la espada”... De María Teresa nació Aitana, entre bellas zambas riojanas y tangos inolvidables de Gardel, con nostalgia gaditana y esperanzas de volver. Y allí le cantaste a “Juan Panadero”, a su “Pleamar” y a los toreros pero la guerra de nuevo te quebró aquel plácido sosiego que el “Paraná” te brindó.

Dime dónde está mi hogar, dímelo que no lo encuentro... Y desde el Trastévere de Roma, soñaste en Madrid y Barcelona, esperando el gran momento de aspirar a Sevilla con su aroma de Giralda y azahar. “Condena”, “Desprecio” y “Maravilla”, y por fin volviste a la orilla donde el viejo vaporcito te esperó, rodeado de barquillas en el Puerto de tu amor. Marinero en tierra, lejos de tu hogar, soñando en la paz, que ganaste en la guerra de la libertad... Poeta, andaluz de la bahía, poeta de Andalucía, marinero universal.