Marta Riesco y Antonio David Flores se han hecho novios. La pandilla televisiva crece y crece sin parar.
La caterva de famosillos que van llenando de contenido (casposo) las tardes de telebasura aumenta día a día. Y los que siguen siendo parte de ese grupo de pandilleros son los que logran ser novios o novias de otro miembro de este distinguido club de personajes vividores sin oficio ni beneficio. Si logras liarte con otro de la troupe tienes garantizados minutos de plató, portadas en revistas o presencia en las redes sociales. Todos con todos, como hacen los de quince durante el verano.
Marta Riesco es periodista y se dedica a cubrir asuntos que tienen que ver con el cotilleo y el escándalo. Antonio David Flores es el exmarido de Rocío Carrasco y fue Guardia Civil (cobró alguna multa a extranjeros de forma irregular y terminó en la calle). Este es un espabilado y ha logrado explotar su matrimonio, su fracaso matrimonial y cualquier cosa que le haya sucedido, hasta límites desconocidos. Es una vergüenza que la relación con sus hijos, con su expareja, o informaciones llegadas de lugares oscuros, le hayan permitido vivir del cuento tantos años.
Son noticia, Marta y Antonio David, porque son novios. Y a la gente le gusta el amor y las relaciones entre famosetes. Son noticia porque a este sujeto se le está acusando de maltratador y montajista desde hace unos meses. Son noticia porque será una relación efímera que se lleva por delante otra que ha durado años. Cuando el amor (aunque sea de cartón piedra) arrasa y causa dolor, las audiencias se disparan.
Esto es lo que tenemos y comienzo a pensar que es lo que nos merecemos.