La Tostá

Más Margarita que Robles

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
13 may 2022 / 08:01 h - Actualizado: 13 may 2022 / 08:03 h.
"La Tostá"
  • Eduardo Parra - Europa Press
    Eduardo Parra - Europa Press

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La ministra de Defensa y vicepresidenta del Gobierno, Margarita Robles, se tendría que haber ido a su casa antes de consentir que lo hiciera la ya exdirectora general del CNI, Paz Esteban, que es la que ha pagado el pato del espionaje de Sánchez a los independentistas catalanes. Le dieron una orden, cumplió con su trabajo y ahora la echan de una patada tras toda una vida en esa institución del Estado totalmente devaluada, para salvar al presidente. No merecía ese final, aunque según la ministra no ha sido una destitución, “sino una sustitución; cambiar una funcionaria por otra”. Unas vacaciones anticipadas, vamos, por los servicios prestados. Admiraba de verdad a Margarita Robles, aunque sea ministra de un gobierno como el de Sánchez. Siempre me pareció una mujer de una enorme personalidad y una servidora pública fiable. Es pequeñita de cuerpo, pero con dos metros debajo sus pies hundidos en la tierra. Sin embargo la señora ha mostrado un lado de ella que desconocíamos y su popularidad ha caído en picado, algo que me importa un pimiento, sinceramente. Lo que valoro de un político es su personalidad, que no sea un trapo, que sea decente y honrado. Por eso adoré a Julio Anguita o a ministros como Alfredo Rubalcaba. Margarita Robles destacaba muy por encima del herbaje que nos metió Sánchez en el Gobierno, por no llamarlo foñico con lo olor a pipí. Pero con su actitud en el escándalo del espionaje, asegurándose una poltrona a cambio de sacrificar a una funcionaria modélica, ahora es más Margarita que Robles. Ha dado la cara por un presidente mentiroso que se la va a cargar en cuanto le interese, sin la menor duda, porque no le importa nada ir dejando cadáveres en el camino. En los momentos difíciles de Sánchez en el Partido Socialista, Robles estuvo siempre a su lado. Pues así y todo, en cuanto le interese la mandará al paro sin que le cambie el color de la cara. Si no lo ha hecho ahora es por no crear una crisis en el Gobierno. Era más fácil hacer salir por la puerta del corral a la funcionaria ejemplar, que a la pequeña gran ministra. Pero lo que ya es escandaloso es que la propia ministra dijera ayer mismo en la presentación de la nueva directora general del CNI, Esperanza Casteleiro, que “habrá continuidad”. Entonces, ¿para qué se han cargado a Paz Esteban? Porque cayendo la ministra de Defensa, Sánchez podría haber ido detrás.