Los medios y los días

Mejor Sánchez en mano que Feijóo-Abascal volando

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22 mar 2023 / 04:00 h - Actualizado: 22 mar 2023 / 04:00 h.
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¿Lo ven en la captura de pantalla que hice ayer en la intervención de Santiago Abascal? Un plenario de Las Cortes para tratar cómo va el país y para intentar sustituir a un presidente por otro es un acto para mayores de 16 años. “Votemos juntos hoy, señores del Partido Popular, entendámonos mañana y ofrezcamos a los españoles una alternativa”. Eso es para mayores de 16 años. ¡Qué manera de formar a unos ciudadanos que desde pequeños deben saber -para bien y para mal- qué es la democracia! Por ejemplo, en este caso, la simplificación del propio Abascal con el origen chino del virus de la Covid-19. Cuando ni en EEUU dan por totalmente seguro lo del virus chino, él ya lo tiene muy claro y lo considera demostrado del todo. Abascal necesita mentir para sostener sus elementalidades. Dijo que muchos mensajes periodísticos anti-Vox proceden de un periodismo vendido y él está vendido al mundo reaccionario de Estados Unidos mientras que Sánchez lo está al mundo liberal de ese mismo país al tiempo que en España ataca a los liberales y los fríe a impuestos.

Curioso, media hora después de comenzar su discurso, TVE borró la limitación de edad, parece que estaban leyendo lo que yo iba escribiendo mientras veía el evento. Menos mal, ya no hay peligro de que nuestros niños y jóvenes se nos traumaticen por escuchar a quienes los representan. Los niños y los púberes pueden ser invitados a una visita al Parlamento pero no ver ni escuchar a quienes hablan en él, así que bridemos por la sabiduría de TVE, rectificar es de sabios.

Mejor Sánchez en mano que Feijóo-Abascal volando


Por fortuna, los niños y los púberes pueden escuchar lo que Abascal repitió con toda la razón del mundo: una buena parte de los medios de comunicación han estado cargando sin piedad contra Vox y, lo que es más grave, contra un acto totalmente democrático al que han insultado y del que ya tendrían escrito lo que hoy se iba a decir, siguiendo consignas políticas, no la ética ni la deontología del periodismo. Claro que si el propio presidente del gobierno califica el acto de ayer como “show parlamentario” los medios manipuladores que lo alaban tienen abierta la veda del insulto.

Al margen de anécdotas como que el realizador olvidara borrar el indicador moral de los 16 años, en efecto, y como dijeron muchos, yo no, la moción ha sido un centro de gol que un listo como Pedro Sánchez ha aprovechado muy bien si pienso en la generalidad del público. Sánchez ha ignorado o pasado de puntillas sobre temas claves que le han preguntado y nos ha contado perfectamente cómo su iglesia ha abierto la hucha pública y ha pedido prestado dinero por doquier para regar con miles de millones de euros a los españoles con la doble finalidad de ganar sus voluntades y sus votos. Y como esa política va a ser un éxito, no hay que preocuparse por el futuro de las próximas generaciones. Ya está, es suficiente eso para que la gente le dé su voto, no nos engañemos: más vale Sánchez en mano que Feijóo-Abascal volando.

Tamames se lo ha puesto a huevo a los asesores de Sánchez y a Sánchez mismo. El discurso de mi admirado colega estaba lleno de obviedades que se habían filtrado por culpa de unos amigos con los que no hace falta tener enemigos. Obviedades fáciles de rebatir. A Tamames le han faltado lo que a Sánchez le sobran: asesores y que él se deje asesorar. Y, ay, esto me duele decirlo, se han notado los años y cómo estos le roban agilidad y contenido a la mente. Sánchez no es un niñato ni el Parlamento un plató de televisión espectáculo aunque a veces lo parezca. Enfrentarse a un jovenzuelo que plagia en la universidad su tesis debería haberle avisado a Tamames de que había que ir con mucho más cuidado. Sánchez ha inundado con números a un cerebro brillante pero ya en retirada que no se podía defender como hubiera hecho hace cuarenta años. Y, por otra parte, la línea oradora de Sánchez ha sido útil para apropiarse tanto del voto socialista como del de Podemos, al que ha dejado casi sin espacio. Don Pedro tiene una cara que se la pisa y hay que almacenar muchos recursos para contrarrestar una circunstancia doble: lo bonita que queda una plática mística de la izquierda pronunciada por un sacerdote sofista como el presidente del gobierno. Si mañana hubiera elecciones habría que prepararse para un nuevo periodo de dictadura sonriente, sembradora de ignorancia y odio entre niños y jóvenes que es el peor crimen que puede cometerse, por mucho dinero e igualdad que se reparta entre “los vulnerables”.

Por lo demás, Sánchez, en la “sesión matinal”, cuando terminó su papel, cedió su puesto a su aliada Yolanda Díaz que necesita muchos más minutos que él sobre el terreno de juego. La paliza dialéctica y demagógica de Sánchez había sido tan considerable que el goleador pudo permitirse el lujo de sentarse en el banquillo para que apareciera la pasante, que remató la faena muy bien con su toque feminista, su tono mitinero y una nueva catarata de números que tenían abrumado a un Tamames que se equivocó, me decepcionó, fue a lucirse y salió trasquilado. Una pena.