Mi padre es un elfo. La mentira de Vox

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21 dic 2019 / 11:12 h - Actualizado: 21 dic 2019 / 11:14 h.
  • Mi padre es un elfo. La mentira de Vox

Ha pasado un año desde el “cambio” en Andalucía y todo sigue igual en materia de igualdad y custodia compartida.

Ni una sola medida, de esas de las que hablaba el Juez Serrano, que apenas dictó Sentencias a favor de la compartida cuando pudo y debió hacerlo.

Y es que el recuerdo y la memoria son obstinados y en los pocos defensores de eso que el Tribunal Supremo llama régimen preferente, la única referencia fue María Nuñez Bolaños, que nunca debió abandonar a los padres injustamente crucificados por la construcción de la igualdad contra los hombres.

En nuestra tierra, no se han derogado las reformas en materia de violencia de género y tampoco se ha legislado en materia de custodia compartida como se hizo en Cataluña o Valencia.

Ya hasta Ciudadanos abandona las manifestaciones en las que unos pocos hombres se manifestaban en pro de dicho régimen de custodia.

Hace unos días en mi Despacho, un hombre me contaba cómo su mujer, encerraba con un pestillo a un niño de corta de edad, y cómo no encontraba –encontrábamos- instrumentos para defender a su hijo sin perderlo.

Vox es una gran mentira. Un aparato más que reparte dividendos a sus afortunados inversores. Y del PP no hablo, y tan solo me referiré al único que ha propugnado la custodia compartida frente a todo el lobby feminista que le ha rodeado y que ha sido el Senador Manuel Altava.

Mientras tanto, los grandes almacenes repiten campaña. Ya el año pasado se agotó la larga bufanda blanca y roja...

“Mi padre es un Elfo”, eso es. Mientras cientos de niños y niñas ven a sus padres como Elfos que cada Navidad los suben a sus hombros y caminan bajo la tempestad, hacia no se sabe dónde.

Elfos, que ya no viven en bosques, cuevas o fuentes. Algunos moran las cárceles, las acusaciones injustas, mientras algunas de las que los han zaherido captan sus clientes de los Puntos de Informacion de la Mujer de Ayuntamientos como el de Sevilla, o incluso detentan puestos en el Poder Judicial sobre condenas injustas. Hay hasta alguna Jueza en Sevilla que presume de dictar el mayor porcentaje de Ordenes de Alejamiento en nuestro país.

Los hombres cambian de acera cuando ven a las que fueran sus parejas. Y no lo hacen por miedo –que también-, sino porque sus hijos no pierdan la esperanza de un último asidero: que sus padres sigan siendo inmortales y con poderes mágicos.

Así que el cambio en Andalucía solo afecta a los integrantes del funcionariado eventual, poco más. El deber del político es la vocación del cambiar el mundo que la custodia compartida habla de igualdad y no es patrimonio de la ultraderecha.

Son tantos los damnificados de esa legislación tan injusta que hasta Alfonso Guerra se ha atrevido a proclamarlo. Qué casualidad que sea Amparo Rubiales quien pida su expulsión del PSOE, cuando Guerra es memoria del socialismo de Besteiro y hasta reparador de Negrin, mientras otros son lobby que coloca a los vástagos en el Betis, una vez cercenadas sus ilimitadas ambiciones políticas.

Y es que los Elfos son longevos y mágicos, y viven para proteger la naturaleza.

Son estas fechas, cuando exhiben en sus estados las fotos de esos hijos que ya no son, cuando la memoria es amarilla y salada como las lágrimas.

Esta Nochebuena ignora a esos Elfos, superiores a los humanos. Danzar no halla testigos.

Así pues, mi maldición a Vox, al PP. y a quienes, traicionando lo que prometieron, han olvidado la custodia compartida para esos Elfos que llegarán.

El año pasado un niño; éste una niña...

Mi padre es un Elfo. Sí lo es, sí lo es....