Microrrelatos de sorpresas, amores y otras historias

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06 mar 2023 / 10:33 h - Actualizado: 06 mar 2023 / 10:36 h.
  • Microrrelatos de sorpresas, amores y otras historias

La vida da sorpresas, sorpresas da la vida

“Me está encantando clavarle agujas a este tipo”, murmuraba yo mientras que en la camilla un hombre guapísimo se dejaba hacer por mí en aquella sesión de acupuntura. Había venido contracturado y, en lugar de los puntos idóneos, había decidido ponerle agujitas en otros para aumentar su lívido.

Acabé, pues, en su casa.

Y allí estaba yo en su dormitorio, atónita, contemplando varias muñecas con agujas pinchadas como en un rito vudú . “¿Qué significa esto?”. “Son mujeres que no estaban a la altura”, me decía él. Pero una muñeca con bata blanca aún no tenía agujas clavadas. Sin duda hacía tiempo que se había fijado en mí.

La rosa del pan

Descansaré cuando me diga que sí, vaya, que quiera hacer el amor conmigo. Ya no le diré “qué... qué... qué buena estás Ro...ro...si...ta” tras comprarle una pieza de pan.

Sé que aunque habitualmente no se me entiende, ella sí lo hace y me regala además una magdalena. Sueño con ella muchas veces. En concreto en el último descanso que les voy a contar, sueño que vuelo sobre continentes y mares hasta encontrar a Rosita en su panadería ofreciéndome un croissant . Ya no tartamudeo, ya no necesito mi marcapasos, hoy sí quiere hacer el amor conmigo. Ya no necesito despertarme.

El mundo es un pañuelo

Dos seres, cada uno en la entrada de un supermercado distinto. Ella rondará los ochenta, él más o menos igual. Ella delgada, repeinada y con su mejor batita. Él grueso, pelo blanco en cabeza y barba, camisa y pantalón vaqueros. Ella sentada en su andador con una bolsita en la mano. Él sentado en una sillita de playa con un sombrero de paja a sus pies. Ella habla animadamente con una vecina sobre sus achaques. Él se dedica a hacer dibujitos en un cuadernito y sólo se relaciona con su perro. Ella y él tal vez nunca se encuentren, sólo limosnean. Pero hay algo en común: escaparon de la misma residencia.

Memorias de Mick Jagger

Dejaré que se tranquilice. Así que aquí estoy- un rolling stone en un casting- pensando si pasa o no el muchacho. Me consta que canta bien pero ha desafinado nada más actuar. Le doy otra oportunidad y escucho que susurra “time is on my side” (sonrío), antes de volver a la carga. ¡Qué mal canta y qué rojo se está poniendo! Es raro, pero siento miedo y simpatía por este diablillo al mismo tiempo. El caso es que al final le ofrezco un trato: Tu alma a cambio de todo el tiempo que necesites para cantar bien. Ahora tiene la cara blanca como la pared.

Crónica de un hombre azul

El montoncito de arena que se está formando a mis pies, sin duda, anuncia una tormenta del desierto. Para quien no me conozca soy Aylal, un tuareg de una tribu cercana acostado en un montículo de arena. Estoy exhausto pero hago balance de mi última expedición: Me pagaron para buscar el piloto del rally perdido en este lugar infernal. Escapé de sus demonios y de sus engañosos espejismos, soñé con brujas sedientas...

Así que aquí estoy moribundo. Súbitamente la tormenta me eleva al cielo azul y me veo a mí mismo desde arriba tumbado en el mismo lugar (ahora despejado). Mi cabeza está apoyada en una rueda: Te encontré amigo mío.