Los medios y los días

Mil millones de vacunas

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15 jun 2021 / 04:00 h - Actualizado: 15 jun 2021 / 04:00 h.
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Los del G-7 se han liado la manta a la cabeza y les ha entrado un ataque de ebriedad solidaria. Mil millones de vacunas les van a donar a los pobres. También van a endosarles impuestos a las multinacionales y a corregir el rumbo del calentamiento climático. Maravilloso, pero del dicho al hecho va un gran trecho. Lo que más me creo es lo de los mil millones de vacunas y un poco lo de los impuestos. Lo primero porque, como bien han dicho los poderosos occidentales, China y Rusia llevan ya tiempo regalando dosis y las vacunas se han convertido en una subasta interesada en recibir las bendiciones de los países subdesarrollados. “Mil millones de vacunas, ¿quién da más?”. “Mil millones a la una, mil millones a las dos, mil millones a las tres”. “¡Dos mil millones!” -puede replicar China-, y así tenemos a la muerte como arma arrojadiza y política. Segundo, porque el mundo cada vez es menos de los del G-7 y más de unos pocos que no se sientan ahí.

No hay solidaridad alguna, el humano no ejerce la solidaridad por el otro, la ejerce por sí mismo. Biden lo ha dejado bien claro: China se está colando en más de cien países de todo el mundo y ganándose sus simpatías. El otro día volví a comprar algo en la nórdica Ikea: “Made in China”. Rusia también se cuela. Putin es todo lo contrario a Biden: la fuerza, la decisión, el ir de frente, no matarlas callando como está haciendo Biden en la frontera sur de EEUU, ésa del muro que tanto le echaron en cara a Trump a pesar de que no fue él quien colocó la primera piedra. La llegada de Biden ha sido un efecto llamada para los parias de Latinoamérica y ahora los tiene retenidos o les indica que no vayan a EEUU. Y los medios callan porque ésa es otra de las consignas que les han dado: que no vuelva Trump bajo ningún concepto, incienso a Biden, niño, tú, Mark Zuckerberg, córtale a Trump su acceso a Facebook que sabremos recompensarte y además para eso eres del Partido Demócrata. ¿Recompensarlo? Pero si los inversores de las tecnológicas empiezan a teneros agarrados por los cataplines, si empiezan a tener más poder que los propios estados, si como sigamos así el futuro es de ellos, sólo les falta comprar un ejército con sus armas nucleares, con un buen lote de esas 10.000 o 15.000 ojivas nucleares que hay en el mundo en estos momentos.

Mil millones de vacunas no es nada, nada. Somos más de 7.500 millones y creciendo vertiginosamente cada día, basta con que algún grupo de tanto solidario de salón como hay por ahí se alargue por uno de esos países empobrecidos y se infecte de Covid o de otra cosa y regrese a su país a contar lo bondadoso que es para que se infecte de nuevo la parte rica del planeta que parece sin embargo que cada vez es más pobre.

Cuando los empresarios del XIX empezaron a abrir la mano para que comieran algo los parias de la tierra que parieron a Marx lo hicieron por la subsistencia de ellos. Cuando Henry Ford les subió el sueldo a sus empleados y les dio vacaciones lo hizo para que le compraran sus coches y de inmediato surgió la industria del tiempo libre, se incrementó el turismo. Quien tenga interés en arreglar un poco o un mucho el mundo debe partir de la base del egoísmo humano, no de la bondad por naturaleza ni de la filosofía del buen salvaje, eso son sólo cuentos que inventamos para consolarnos ante nuestra propia miseria interna. Esa presunta solidaridad es en realidad disputa por el control del planeta, se pueden beneficiar de ella los desheredados de la tierra pero esa disputa dio lugar a dos guerras mundiales, no lo olvidemos. Espero que, a largo plazo, no llegue la tercera, ésa que íbamos a terminar matándonos con palos y piedras los que sobrevivieran al apocalipsis.