La Tostá

Ministros y menestras

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
15 ene 2020 / 08:35 h - Actualizado: 15 ene 2020 / 08:37 h.
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  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), preside el primer Consejo de Ministros celebrado este martes en el Palacio de la Moncloa. EFE/ Emilio Naranjo
    El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), preside el primer Consejo de Ministros celebrado este martes en el Palacio de la Moncloa. EFE/ Emilio Naranjo

La RAE (Real Academia Española) aclaró ayer que no es “gramaticalmente aceptable” hablar de Consejo de Ministras si hay ministros varones. Los hay, aunque si esto sigue así en diez años no habrá ninguno en el Ejecutivo. Ya ven lo que ha hecho Irene Montero nada más llegar al Ministerio de Igualdad: ocupar los altos cargos con siete mujeres y ningún hombre. No es el Ministerio de Igualdad, sino el de igual da ocho que ochenta. Esto va a ser un cachondeo, cuidado.

Verían ayer también la llegada del Pablo Iglesias a la Moncloa para asistir a su primer Consejo de Ministros vestido como Kevin Costner en Silverado, abriéndose de piernas en la misma puerta y no dándoles los buenos días a las ujieres que le abrieron lo que para el Billy el Niño de Galapagar era la portezuela de un salón del oeste. Ni les dio los buenos días, ignorándolas de una manera increíble. Solo le faltó ir mascando tabaco y soltar un par de esputos en el dintel al estilo Clint Eastwood.

El Ministerio del Feminismo, como lo llamó Irene Montero, debería ser para combatir la desigualdad entre hombres y mujeres, pero no lo es, y ya ha avisado la esposa del macho alfa de por dónde va a ir la cosa. Había que ver la cara de Felipe VI cuando en la toma de posesión de los ministros y las ministras, el pasado lunes, Yolanda Díaz e Irene Montero ignoraron a los ministros de la misma manera que Iglesias ignoró a las porteras del Santuario de Sánchez.

La RAE ha intervenido, pero, repito, esto no va a hacer falta de aquí a una década porque el ministro es una especie en extinción en nuestro país. Llegan las ministras como las golondrinas en primavera, a bandadas, y conste que no tengo nada en contra sino más bien todo lo contrario, porque son más eficaces que los varones en la gestión pública y sestean menos en el Congreso.

Más correctos estuvieron Pablo Iglesias y Alberto Garzón, quienes prometieron guardar el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y Ministras, como hicieron otros ministros de Sánchez, Luis Planas y Carolina Darías entre ellos. Parece lo más idóneo, a pesar de lo que diga la RAE, donde no se cierran a las aperturas del lenguaje inclusivo para las mujeres, “cuando sean razonables, no lesionen el idioma y mantengan su belleza y economía”, según palabras del propio director de la RAE, Santiago Muñoz Machado.

Si nos vamos a liar a porrazos por este asunto, propongo que, para abreviar, digamos Consejo de Menestras. O sea, una rebujina de ministros y ministras que nos vendrá bien para aligerar las tripas.