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Ojana in Excelsis

Mis adorables vecinos

Mientras haya una minoría que haga lo que le sale de las narices, el Gobierno seguirá tratándonos como imberbes

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Juanmi Vega @Juanmivegar
22 abr 2020 / 05:00 h - Actualizado: 22 abr 2020 / 05:00 h.
"Ojana in Excelsis","Coronavirus"
  • Mis adorables vecinos

Hoy no vamos a hablar de la serie que protagonizó Miriam Díaz-Aroca. Esto que ha ocurrido es la demostración de la falta de sensatez de algunos y que terminamos pagando el resto. Por eso estamos confinados y por eso seguiremos estándolo bastante más.

En estos tiempos de quedarnos en casa, la azotea ha sido el subterfugio de muchos.

En todo lo alto podías encontrar al que aprovechaba para hacer una llamada, alguno que hacía deporte, otro con el niño para que se airease... cada uno a su bola y en una esquina. Todos manteniendo la distancia de seguridad y sin molestar a nadie. Había y hay espacio suficiente para que no hubiese ningún contacto.

El problema surge cuando llegan los descerebrados, esos que se creen que son inmunes a todos. Y no, no son los jóvenes ni los más macarras. Son padres de familia los que han hecho que, al final, paguen justos por pecadores.

Estos padres y madres de familia se juntaban en la azotea y formaban una tertulia de unas 8 personas. Todas juntitas, bebiendo cerveza y comiendo aceitunas del mismo bote. Además, los artistas, tiraban los huesos por la terraza y le caían a otro vecino. Estos son los mismos que piensan que la clase se obtiene al comprar un Audi o un Mercedes porque su trabajo se lo permite.

Eran tantos y formaban tal bulla que, si querías mantener la distancia de seguridad, tenías que dar media vuelta y volver por donde habías venido. Si les decías que se echasen a un lado te decían que no pasa nada, que ellos no están infectados. De coronavirus puede que no, de imbecilidad están hasta las trancas.

¿Qué ha ocurrido? Pues que un vecino ha denunciado estas prácticas. Y lo ha hecho con razón. Azotea cerrada a cal y canto. Ahora tendrán que bailar el Resistiré en su salón, porque obviamente, estos son los primeros que se dejaban las palmas aplaudiendo y poniendo música.

De una comunidad de 80 vecinos hay cuatro que hacen el panoli. Son pocos, pero si extrapolamos el dato a los 47 millones de españoles, nos arroja que hay algo más de dos millones de irresponsables. Y el problema es que estos datos son más certeros que el CIS de Tezanos porque todos los días nos llegan al Whats App vídeos de gente saltándose el confinamiento.

Es lógico que el Gobierno nos trate como imberbes y nos diga lo que podemos hacer o lo que no. No voy a defender la gestión de Pedro Sánchez, pero la situación ha cogido a todo el mundo por sorpresa. Estoy seguro que Sánchez quiere que todo se solucione lo antes posible, pero mientras haya gente irresponsable, que no guarde la distancia de seguridad, que piense que esto es una simple gripe o que con ellos no va la cosa, yo seguiré sin poder dar un abrazo a mis seres queridos. Y tú, también.