Moción de censura para más de uno

Los problemas de los españoles continúan esperando mientras se habla de otras cosas

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28 may 2018 / 23:12 h - Actualizado: 28 may 2018 / 23:30 h.
"Sevilla Al Minuto"

Tras la bochornosa y complaciente consulta interna para decidir la continuidad o no al frente de la ejectuiva de Podemos de Pablo Iglesias y de Montero por la compra del espectacular chalet que ningún español normal puede comprar, esta semana nos vemos obligados a asistir como espectadores al debate sobre la moción de censura a Mariano Rajoy. Puede pasar de todo, pero lo cierto es que la fractura parlamentaria complica las cosas. El caso es que no nos dan ni un respiro.

No pasa una semana sin que alguno de todos aquellos que están al frente del gobierno de la nación, de una manera o de otra, meta la pata. Ahora toca irremediablamente una moción de censura porque está probado por un juez que el partido que actualmente gobierna y ejecuta cada uno de los pasos que da este país ha sido conocedor y consentidor de las corruptelas que han realizado muchos de sus dirigentes durante años.

España no se merece este maltrato ni esta dejadez en las funciones en las que se debe estar actuando. Otra de las noticias que esta semana ha aparecido, pero en segundo plano, en los medios de comunicación es aquella que habla de un aumento en del número de denuncias por violencia de género en el último año. Y seguimos sin hacer nada y desatendiendo la prevención y sobretodo, la educación, que debe ser la base para la construcción del Estado de Bienestar. No se puede dejar de hablar de esto, no se puede bajar la guardia y no me cansaré de decir que no es normal que el año pasado un total de 36.134 mujeres denunciaran a su pareja o ex pareja por maltrato. Se trata, además, de una cifra que es 2,3 por ciento más alta que el año anterior. Por más que mucha gente vea que el problema catalán, el chalet de Pablo Iglesias y la corrupción en el PP es de lo que se tiene que estar hablando no es normal que en la realidad existan estas cifras tan escandalosas de violencia machista, y menos aún acompañadas, por ejemplo, del caso de la sentencia a la Manada. Porque entre otras cosas, precisamente el desenlace de ello ha alentado a muchas mujeres a denunciar una situación de maltrato; pero también ha asustado a otras muchas que no tienen ningún tipo de protección y que se exponen aún más a su enemigo.

No es muy normal que España no esté en lo que tiene que estar, y dan ganas de hacer una moción de censura contra absolutamente todos los que representan una cámara que debería dedicarse a hacernos sentirnos orgullosos de los derechos y las obligaciones que tenemos, pero también protegernos y ofrecernos los pilares básicos que debe tener un país, que no son más que civismo, educación e igualdad. Unos principios que últimamente, brillan por su ausencia.