Si va a Chipiona y paseando se encuentra con un monumento al guitarrista y compositor Manolo Sanlúcar no vaya a pensar que el genio nació en esa localidad gaditana y no en Sanlúcar de Barrameda, que es donde en realidad vino al mundo. En su ciudad aún no le han erigido un monumento al que es sin duda alguna el más grande compositor de la guitarra flamenca. El maestro quiso que se creara en Sanlúcar una escuela municipal de guitarra con su nombre, con él al frente, y no se hizo tampoco. La verdad es que a Manolo no le hace falta ningún monumento en su casa, porque lo tiene en cientos de miles de casas de todo el mundo. Ni una escuela municipal porque su obra está en todas las escuelas de música y danza. No hay que criticar a Sanlúcar de Barrameda, una ciudad de la que me enamoré hace décadas, sino felicitar a Chipiona por el detalle de ponerle un monumento al maestro, un precioso mirador en el Paseo de las Canteras. Precisamente una tierra que no ha dado tantos artistas flamencos como Jerez o Cádiz, lo que le da mucho más valor al gesto.
La verdad es que Manolo Sanlúcar es tan grande y ha aportado tanto a la música andaluza o española, al flamenco, que debería tener un monumento en cada ciudad de nuestro país. Vox, de Sanlúcar, pidió en noviembre un monumento para el artista en su ciudad natal y es de agradecer el gesto, pero creo que nunca más se debería de pedir ese reconocimiento para Manolo en Sanlúcar. No deja de ser un poco humillante para el artista, que atraviesa un momento delicado de salud desde hace ya algún tiempo. Manolo no está preocupado nada más que por una cosa: qué va a pasar con una obra docente sobre la guitarra flamenca a la que le ha dedicado muchos años de su vida y parte de sus ahorros. Lo demás le importa ya bien poco. El otro día, por cierto, se supo que la EFA (Escuela Flamenca de Andalucía) decidió poner su nombre a los Premios Internacionales del Flamenco, que concede cada año, en noviembre, esta asociación de escuelas flamencas de todo el mundo. Cuando Manolo no esté, que ojalá no ocurra nunca, estos premios con su nombre seguirán estando ahí y entregándose cada año en Sanlúcar.