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Muertes y resurrecciones

en positivo

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15 mar 2016 / 20:58 h - Actualizado: 15 mar 2016 / 21:40 h.
"En positivo"

Ahora que estamos cerca de Semana Santa, y los preparativos aquí en nuestras tierras andaluzas se viven como una fiesta, a muchos nos trae agradables recuerdos y emociones profundas. No sólo es la fe la que mueve montañas, sino la querencia por lo nuestro. En nuestra tierra hemos crecido, la gran mayoría, con las vivencias de las tradiciones y las creencias profundas. Por ese motivo, muchos de los que no pueden acudir en estas fechas, las recuerdan con añoranza.

Aunque para otra parte de la gente, estas fechas hacen referencia a un pequeño periodo vacacional, no creo que no les importe la vivencia de la Semana Santa, sólo que deciden descansar de otra forma a la que estas fechas invitan.

La preparación de una hermandad estos días es frenética. Se mezcla la ilusión y la devoción por ver procesionar a sus imágenes titulares por las calles. Detrás hay muchas horas de dedicación, muchos esfuerzos físicos, económicos y personales para estar acompañando a las imágenes en lo que para los creyentes fue el acto de amor más grande que alguien puede realizar, que es el de morir para que otros tengan esperanza en una vida mejor.

Además de las creencias religiosas está el arte con mayúsculas que sale a la calle de cualquier ciudad o pueblo de Andalucía. Yo me siento una más de las que acompañan a los costaleros, o como dicen en otras partes, los santeros. Sin fe también se puede disfrutar de estos días, viendo cómo la gente es capaz de reunirse con sus familiares y amigos o, simplemente, descansando de otras tareas. Es todo eso lo que me hace pensar que no es sólo una tradición costumbrista esta Semana de Pasión.

Todos podríamos reflexionar si de verdad encontramos sentido a esta efímera vida en la entrega a otros. Si hubo alguien que murió por otros, puede ser que ese sea el sentido de vivir aquí, hacer un gesto de entrega a los que nos rodean y así nuestra vida dejará huella en la Tierra. Morimos y resucitamos cada vez que superamos situaciones absurdas, así que aunque nos hayan dejado alguna que otra cicatriz, valió la pena hacerlo.

Feliz Semana Santa.