¿Tampoco voy a poder comer productos de Nestlé? El diario Financial Times se ha hecho con lo que más les gusta a los buenos periodistas: información propia en exclusiva, bastante de la cual se encuentra ocultada a los públicos pero de vez en cuando nos dan esta alegría los periodistas y se logran información interna que es la buena porque la externa se fabrica desde la fuente, a su gusto, y la otra hay que conseguirla. Se ha podido saber algo de lo que también se ha echo eco Rusia Today: que la multinacional suiza de alimentos y bebidas Nestlé admitió que la mayoría de sus productos no son saludables. Según el periódico, el documento se preparó a principios de este año y se distribuyó entre los altos ejecutivos de la empresa. En él se indica que solo el 37% de los alimentos y bebidas producidos por Nestlé lograron una calificación superior a 3,5 puntos en un sistema de calificación australiano con una puntuación máxima de 5 estrellas, que es utilizado por expertos del sector en todo el mundo. De esos productos se excluyen alimentos para bebés, para personas con ciertas condiciones médicas, para mascotas y el café puro.
Dentro de la cartera general de alimentos y bebidas de la multinacional suiza, alrededor del 70% no logró las 3,5 estrellas necesarias para alcanzar una «definición reconocida de salud«. De ellos, el 96% de las bebidas y el 99% de los productos del segmento de confitería y helados no alcanzaron los 3,5 puntos. Sin embargo, el 82% de las aguas minerales y el 60% de los lácteos obtuvieron una puntuación superior a dicha cifra.
La empresa afirma que está trabajando intensamente para mejorar sus productos pero una experta en nutrición estima que la competitividad excesiva va contra esta pretensión ya que «el trabajo de las empresas de alimentos es generar dinero para los accionistas y generarlo lo más rápido y en la mayor cantidad posible. Van a vender productos [comida chatarra] que lleguen a una audiencia masiva y sean comprados por tantas personas como sea posible».
La noticia es extraña por cuanto Nestlé invierte mucho en publicidad y este hecho afecta a la libertad de información del periodista, los medios entonces suelen ocultarlas, en esta ocasión los medios han aprovechado que ha sido asunto de Financial Times para publicarla. No sé si es que Financial Times se ha arriesgado porque se trata de un medio muy especializado cuyos lectores son una minoría influyente alejados del público general o bien que tal vez el diario esté enfrentado por algo con la multinacional. También es posible que al ser un diario propiedad del grupo japonés Nikkei -que lo compró a los ingleses de Pearson en 2015- no tenga tantos intereses con Nestlé. De cualquier forma, es una noticia alegre por una parte porque, de ser cierta, es una muestra de buen periodismo, y triste porque nos da otro palo más a los consumidores: ¿tampoco se puede confiar en Nestlé? Desde luego, hace muchos años que, hablando un servidor con un pediatra, le comenté el contenido de una publicidad que salía en TV: “Dos Petit Suisse equivalían a un filete”. “¿Eso es cierto?”, le pregunté. Su respuesta: “Anda ya, un filete es un filete”. “¿Y por qué no lo denunciáis más públicamente?”. “Porque la Nestlé es mucha Nestlé”. No parece que haya trabajado mucho la marca por ser más bondadosa con los ciudadanos ni las autoridades competentes para colocarla en el camino recto. ¿En manos de quiénes estamos?