La Tostá

Ni perdón ni olvido

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
19 oct 2021 / 07:46 h - Actualizado: 19 oct 2021 / 07:48 h.
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Pues sí, ETA dejó de dar tiros en la nuca y de poner bombas lapa debajo de los coches cuando gobernaba el Partido Socialista con José Luis Rodríguez Zapatero de presidente del Gobierno y Alfredo Rubalcaba como ministro del Interior. Si por eso, Zapatero se quiere colgar una medalla una década después, que lo haga, está en su derecho y se la hubieran colgado también Aznar o Rajoy, quienes, por cierto, algo hicieron también para que los terroristas vascos dejaran de matar. Pero sin duda alguna, quienes de verdad lucharon para que llegara ese día fueron las Fuerzas de Seguridad del Estado y los ciudadanos españoles, unos y otros incluso dando sus vidas por la causa. Llevamos una década sin miedo a poner la radio por la mañana al levantarnos o bajar al kiosco por el periódico, porque durante años sufrimos sobresaltos, mazazos, con los atentados de la banda terrorista vasca. Ayer, uno de sus miembros, Arnaldo Otegui, líder de la izquierda abertzale, dejaba muda a media España pidiendo disculpas a las víctimas por tanto dolor y diciendo que aquello “nunca debió de haber sucedido”. ¿Y ya está, eso es todo después de tanta sangre, impotencia, dolor y lágrimas? Sentí verdadero asco en ese momento, pero las ganas de vomitar vinieron cuando Zapatero y Paxi López hablaron de “avance” y de “reconocimiento del sufrimiento” por parte de la banda criminal. En las redes sociales hablaban de “esperanza”, del “rencor de la derecha” y, sobre todo, de “paz social”. Nadie habló de las víctimas, o muy pocos. Ni de los más de trescientos crímenes de la banda aún sin resolverse, sin ser juzgados y condenados los responsables. Cuesta creer que el Partido Socialista le haya hecho esto a España y a los españoles: apoyarse en proetarras para poder gobernar y estar en el poder, acercar criminales a las cárceles vascas y, ahora, celebrar como logro socialista que los criminales estén pidiendo disculpas “por el dolor”, sin duda buscando amnistía para los “presos políticos” y acabar de estar en las instituciones democráticas de un país, el nuestro, que odian a muerte y al que llevan décadas queriendo destruir. Con ETA, ni olvido ni perdón. No creo que haya un solo español de bien que no sintiera ayer asco, rabia y dolor ante las palabras de Otegui, Zapatero y otros traidores del PSOE. Que hay que estar contentos por el “avance”, según Paxi López, pues vale. ¿Dónde es la barbacoa?