- El exdiputado en las Cortes Generales y economista, Ramón Tamames. / Ricardo Rubio - Europa Press
Don Ramón Tamames se ha encargado ya de desmentir que sea un fósil. Sorprende que quienes hablan de la libertad como si la hubiesen inventado estén criticando al gran político y economista español por plantearse aceptar la oferta de Vox para intentar desalojar al presidente Sánchez de la Moncloa mediante una nueva moción de censura. Solo un señor libre y con criterio propio podría aceptar esa oferta sabiendo que no tiene ninguna posibilidad de ser presidente del Gobierno. Pero al menos leerá su discurso y dirá con toda seguridad cosas interesantes sobre la situación política actual y, sobre todo, la gestión del Gobierno de coalición. Tiene 89 años, pero parece que de la cabeza está mejor que Sánchez. Y, desde luego, de talla política también. El país ha llegado políticamente a tal grado de pestilencia, que ver a un señor político en el Congreso, como el profesor, diciendo lo que piensa de la tropa sanchista, será un espectáculo. Porque no es lo mismo escuchar a Irene Montero, a la inefable ministra Belarra o al propio Sánchez, que a don Ramón Tamames, que antes de nacer el actual presidente militaba ya en el PCE (Partido Comunista de España) y luchaba contra la dictadura. No porque fuera marxista leninista, como él mismo ha dicho, sino porque quería luchar en el único partido español que peleaba de verdad contra el franquismo. Que ha cambiado, está claro. Un hombre de su talento e independencia no podía estar setenta u ochenta años pensando lo mismo en cuanto a la política. Sánchez en tres o cuatro años ha dado más bandazos que Tamames, y Cristina Almeida no lo ha dicho aún. Cito a la exdiputada y abogada laboralista porque ha sido una de las primeras en señalar su “degeneración” política. Pero cómo iba a estar don Ramón toda la vida en un partido hecho polvo que con tal de gobernar lo hizo con los socialistas en Andalucía, cargando con la mochila de la corrupción –así le fue–, o ahora a nivel nacional con un partido, el mismo, que hace años que traicionó a la clase obrera. ¿O no le podemos llamar bandazo ideológico a lo que hizo el Partido Socialista cuando llegó al poder, en 1982, llenando el país de parados y pudriéndolo todo con la corrupción? El señor don Ramón Tamames tiene todo el derecho del mundo a encabezar una moción de censura contra el Gobierno, porque lo ampara el artículo 113 de la Constitución y porque, además, aunque sepa que no llegará a la Moncloa, le apetece vivir la experiencia de decir en el Congreso qué piensa de cómo va España. No me lo pienso perder, si al final aceptara el reto.