La Tostá

Nos enteraremos de lo que vale un peine

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
14 ene 2020 / 09:02 h - Actualizado: 14 ene 2020 / 09:08 h.
"La Tostá"
  • Dolores Delgado. / EFE
    Dolores Delgado. / EFE

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Cuando amigos o lectores en general me reprochan que sea tan crítico con la izquierda, siempre les digo que lo soy porque me defraudó hace años. La derecha no me ha desengañado jamás porque nunca confié en ella. Me importan tres leches Abascal o Pablo Casado, quienes por cierto aún no han gobernado. Y doler, lo que se dice doler, me duelen la traición del Partido Socialista y el Partido Comunista, que además han engañado muchas veces al pueblo, y siguen en ello. No voy a entrar de nuevo en los engaños de Pedro Sánchez, con sus mentiras y continuos cambios de criterio, por no aburrir, pero ya ven lo que acaba de hacer con el nombramiento de Dolores Delgado –Lola, para Villarejo–, exministra de Justicia, como Fiscal General del Estado, cargándose del todo la separación de poderes y poniendo toda la Justicia a los pies de los caballos. Sánchez, además, lo hace todo importándole un comino las consecuencias, como si hubiera llegado a la presidencia del Gobierno por mayoría absoluta, y no ha sido ni mucho menos así. Ganó una moción de censura a Rajoy con engaños, para alcanzar la Moncloa. Luego no ha sido capaz de ganar unas elecciones de forma contundente y se ha visto obligado a gobernar con Unidas Podemos, a pesar de que juró hasta por su abuela que no lo haría jamás, apoyándose, además, en filoetarras y separatistas, algo que también negó con rotundidad que fuera a hacer. Un señor que logra 120 diputados, el peor resultado de su partido en democracia, quiere ser presidente y lo ha sido de la manera que ya conocen. Ahora se marca un gobierno con dieciocho ministros/as y cuatro vicepresidencias, como si nos hubiera tocado el Gordo de Navidad. Y no contento, nombra a Lola Delgado Fiscal General del Estado, destrozando la independencia de la Justicia con el beneplácito del otro engañador, Pablo Iglesias, quien llegó a pedir la dimisión de la entonces ministra por su relación con “las cloacas del Estado”, por las cintas de Villarejo. Ahora ve bien que sea la Fiscal General del Estado, que manda narices. Como para creer en la izquierda, en esta tropa de traidores embusteros que han metido al país en este lío, del que ya veremos a ver cómo salimos. Sí, porque Sánchez ha visto que puede mentir, engañar y reírse de los ciudadanos siempre que quiera y nos va a seguir sorprendiendo con medidas, digamos, llamativas. Nombrar a Delgado Fiscal General del Estado es ir preparando el terreno para algo gordo relacionado con los presos del procés y ETA, que no hace falta decir porque se lo imaginarán. Nos vamos a enterar de lo que vale un peine. Será un sobresalto diario.