Nuestra Señora
en la Isla de la Cité
un río te abraza
Gótico puro
con recios arbotantes
y rosetones
Aguja central
apuntando al cielo
al que no llega
Gárgolas grises
como ríos de piedra
en la cubierta
Obispos y reyes
disputan entre ellos
tu mecenazgo
Se han coronado
emperadores galos
bajo tu techo
Pierre Cochereau
mimaba tu teclado,
órgano excelso
Revoluciones
guerras y hogueras
vieron tus muros
Te han profanado
sepulcros y vidrieras ,
siglos pasados
Quien te cuidaba
en un descuido maldito
prendió la llama
Paris te llora
el mundo se asombra
al ver el drama
Aguja fina,
no apuntas al cielo
no te ve el Sena
Diez campanas
están ahora mudas
sin sus llamadas
Las nubes negras
presagio de tu muerte
no se cumplieron
El cielo azul
espera pronto verte
erguida y bella.
JARA