Otro Día de la Mujer

la opinión de...

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10 mar 2016 / 21:50 h - Actualizado: 10 mar 2016 / 21:50 h.
"Cofradías","Opinión"

Al hilo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, se me ocurre que en Sevilla estaría más que justificada la celebración del Día de la Mujer Cofrade (o de la Cofrada, como prefieran llamarlo). En ese día, las mujeres podríamos reivindicar partir en igualdad de condiciones, respecto de los hermanos varones, a la hora de desempeñar la función de que se trate dentro de nuestras cofradías. Es un hecho constatable que hasta las propias mujeres piensan que hay determinadas funciones o puestos que solo pueden ser desempeñados por hombres –y no me estoy refiriendo a ninguno de los que corresponden al ámbito de lo clerical–, pero seguro que más de un lector o lectora, con estas líneas, se va a llevar las manos a la cabeza cuando lea la pregunta que recurrentemente me hago: ¿qué inconveniente puede haber en que una hermana de la Macarena se enfunde la coraza de armao, otra del Silencio acompañe al preste en el cortejo litúrgico de María Santísima u otra, que tuviera facultades para ello, comandara el barco de Triana, por ejemplo? Estoy convencida de que solo es cuestión de que nuestra vista se acostumbre a esas imágenes por desconcertantes o ilusas que nos puedan parecer ahora. Seguro que más de uno se consternó cuando vio a la primera mujer ataviada con la túnica nazarena o, más recientemente, sintió un escalofrío cuando apareció en la calle la primera chica revestida con la dalmática de acólita –vaya por Dios, esta palabra no está contemplada en el diccionario de la RAE–, pero también es seguro que a día de hoy ya todas pasamos desapercibidas. Apoderándome de una idea expresada por un buen amigo, quizás ha llegado ya el momento de que todas esas cofrades que lo deseen y sirvan para ello, aunque no pertenezcan a una misma Hermandad, se pongan de acuerdo para llevar sobre sus hombros alguno de los pasos de la procesión del Corpus. Sinceramente creo que la idea podría tener el visto bueno de la autoridad eclesiástica y, de hacerse realidad, sería un buen motivo para otro día de celebración. ~