Pablo Casado dimite de facto y Díaz Ayuso se va de rositas

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23 feb 2022 / 09:30 h - Actualizado: 23 feb 2022 / 10:03 h.
"PP","Política","Pablo Casado","Teodoro García Egea"
  • Pablo Casado y Teodoro García Egea. / EE
    Pablo Casado y Teodoro García Egea. / EE

Pablo Casado no ha tenido más remedio que dimitir (no oficialmente aunque convocar un congreso extraordinario ya es, de facto, una dimisión en la trinchera) y así pasa a ser ejemplo de lo que puede ocurrir en política si un sujeto da un paso en falso. Junto a él, Teodoro García Egea ha abandonado por la puerta falsa su corta carrera política. Demasiada arrogancia, demasiada torpeza, demasiada bisoñez.

En realidad, Pablo Casado no ha hecho nada del otro mundo. Ha denunciado una situación que en cualquier otro país hubiera acabado con la señora Díaz Ayuso en su casa y que, sin embargo, aquí en España se aplaude y se minimiza hasta extremos ridículos. Y es que el poder de la imagen y de un relato bien estructurado es arrasador. Miguel Ángel Rodríguez ha querido que viésemos algo que ni siquiera existe y lo ha conseguido. Pero eso es harina de otro costal.

Del hermano de Ayuso nadie se acuerda. Del escándalo denunciado nadie se acuerda. Y Pablo Casado debe hacer las maletas por estar mal aconsejado por un Secretario General pagado de sí mismo, chulo en las formas y vacío en el discurso. Pablo casado ha sido lo que se conoce vulgarmente como ‘pringado’. Y todos los que han hecho la pelota a Pablo Casado durante meses son los que han pedido su cabeza desde el primer día. Es lo que tiene la política.

Sea como sea, y sea quien sea, el futuro del PP y del próximo presidente es turbio, difícil y una trampa mortal. El que llegue tendrá mucho trabajo por delante y ya veremos si mejora la posición del partido a corto plazo. El que escribe está convencido de que ya no hay remedio y que Vox va a adelantar por la derecha al PP sin remedio. Aunque la situación actual resulta desastrosa, conviene recordar que hace unos días las encuestas eran favorables para Pablo Casado.

Pablo casado ha fracasado estrepitosamente y ahora se acordará mucho de esas cosas que tanto le molestaban escuchar cuando ganó las primarias de su partido y que han resultado ser ciertas a más no poder. Recuerdo especialmente lo que le decía la que fue ministra, Celia Villalobos, en un plató de televisión: ‘Pablo, deberías esperar a tener más experiencia, a crecer como político. Ya tendrás tiempo de presentarte y ser presidente de este partido’. No recuerdo exactamente las palabras aunque el sentido era este y no otro.

A Pablo Casado no le va a faltar el trabajo y los programas de televisión estarán encantados teniéndole como invitado para analizar cuestiones políticas o de cualquier otra índole. No estoy seguro de que ocurra lo mismo con Teodoro García Egea. Aunque, a decir verdad, como analistas políticos no parece que vayan a tener excesivas oportunidades puesto que ni han estado atentos ni han acertado en el diagnóstico cuando se trataba de ellos mismos.

Y, mientras, seguimos sin saber qué pasó con unos contratos, con unas comisiones y con unas mascarillas que no eran ni siquiera por las que se habían pagado.

España es diferente.