Pablo Casado se carga a Cayetana Álvarez de Toledo y huye de Vox
Un giro hacia lo que sería el centro político español (si es que existiera) es lo que parece que busca Pablo Casado al cesar a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados. Un nuevo movimiento que provoca recelos y desconfianza entre el electorado
Pablo Casado se ha cargado a Cayetana Álvarez de Toledo. Pablo Casado ha decidido que ya no quiere parecerse a Santiago Abascal. Se carga a Cayetana porque Cayetana es Vox. Sí, Cayetana es Vox. Y el PP de Pablo Casado, ahora, tiene que ser el PP de toda la vida si quiere salir de esta (eso parece pensar el actual líder del PP). Lo que ocurre es que el PP de Casado sin Cayetana (es decir, el PP sin ser Vox) corre el peligro de no ser nada. De hecho, muchos de los votantes actuales de Vox lo fueron del PP; se pasaron a la extrema derecha pensando que desde ese territorio se defenderían sus derechos más y mejor. Tal vez, al escuchar el discurso de Cayetana, algunos estuvieran pensando volver al redil del nuevo centro derecha de extrema derecha (ese es el PP de Cayetana). Y, ahora, se quedarán en tierra de Vox porque allí no dan tantos volantazos. Son lo que son y no lo esconden. En el PP son todo dudas porque no saben que, en realidad, son el centro derecha de extrema derecha y más allá no hay nada hasta llegar a Pedro Sánchez. En España el centro no existe.
Pablo Casado puso a Cayetana, a Almeida y a Ayuso. Solo ha funcionado Almeida. A Cayetana se la acaba de cargar y terminará haciendo lo mismo con Ayuso. Porque Ayuso es torpe hasta el dolor y ni siquiera sabe distinguir entre derecha e izquierda o entre comida basura y dieta equilibrada o entre esto y lo otro (ponga usted, querido lector, lo que crea conveniente). Casado se ha equivocado en casi todo lo que ha hecho.
Cayetana nos ha dejado momentos políticos entre bochornosos y disparatados; ha insultado sin ton ni son, ha cargado contra todo lo que ha creído necesario (valor no le falta aunque sea un arrojo estúpido e innecesario); Cayetana ha sabido mantener el nivel político de su partido en la mediocridad más absoluta para que su líder no se viera perjudicado por ningún detalle brillante; Cayetana se ha metido en un lío al pensar que uno puede fiarse de los políticos.
Cayetana no ha aportada nada a la política nacional. Algo de bronca y de cieno, tal vez. Así que, adiós, Cayetana. No te preocupes por la venganza porque Casado ya se va a hundir el solo. Tú, siéntate a la puerta hasta que llegue el momento. Cayetana, tú a lo tuyo; así hasta que te llame Abascal para ficharte. Será pronto, tranquila.