La vida del revés

¡Pablo Iglesias y cierra, España! Vs. ¡Comunismo o libertad!

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15 mar 2021 / 18:43 h - Actualizado: 15 mar 2021 / 19:00 h.
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  • Isabel Díaz Ayuso. / EFE
    Isabel Díaz Ayuso. / EFE

Hasta hoy, todo indicaba que el mapa político madrileño y, por extensión, el nacional, no podía enredarse más de lo que ya estaba (que nadie se lleve las manos a la cabeza al leer esto porque se ha demostrado que si en Murcia tosen en toda España nos constipamos y ya interesa lo que pasa en cualquier punto de la geografía nacional). Lo que parecía una jugada maestra de Isabel Díaz Ayuso (es decir, de Miguel Ángel Rodríguez que es lo mismo para la presidenta madrileña que Iván Redondo para el presidente del Gobierno de España) ahora se ha convertido en un movimiento lleno de riesgos para todos los candidatos, incluida ella misma.

Pablo Iglesias se vende como el gran salvador de Madrid. Ha dejado el Gobierno para sacrificarse por los madrileños y por el resto de españoles. Eso dice. Pero lo cierto es que ya se escuchaba que Pedro Sánchez le había advertido de lo molesto que le resultaban sus salidas de tono y de la posibilidad de un adelanto de las elecciones generales. De paso, se quita el lastre de estar ocupando un sillón ministerial como objetivo último y, además, aprovecha para señalar a la ministra Yolanda Díaz como sucesora en el liderazgo de Unidas Podemos. Por otra parte, Podemos iba a desaparecer del arco parlamentario madrileño y Pablo Iglesias lo ha querido evitar de este modo. Posiblemente, sea lo único que da sentido al movimiento. Pablo Iglesias se vende como el gran sacrificado, un último patriota, y si alguien le cree tendrá que gritar ¡Iglesias y cierra, España¡, del mismo modo que los soldados que comenzaron la Reconquista española gritaban ¡Santiago y cierra, España! (Santiago hace referencia al patrón de España; cerrar es un término militar que se refiere, entre otras cosas, a cerrar filas para no dejar huecos al enemigo; y España fue siempre una referencia a las tropas españolas). Pero solo si alguien le cree, que ya es difícil.

Iglesias toma esta decisión escapando de la quema que se podía producir y para enfrentarse a Iñigo Errejón. Venganza pura y dura. Le tiene ganas desde hace mucho tiempo. De momento, le ha pedido ir en perfecta comunión a las elecciones. Juntos y revueltos. Pero sería extraño que Errejón dijese ‘sí, quiero’, a un partido apunto de desaparecer por no obtener el 5 por ciento necesario para entrar en la Asamblea madrileña. Eso sí ya ha puesto el primer balón en el tejado de otros. Lo de siempre, tacticismo político cutre y cansino.

Pablo Iglesias está a punto de convertirse en un caro colaborador de programas televisivos. Volverá al mismo lugar del que salió. Y el castañazo que puede pegarse es extraordinario. De los que se estudien en las facultades de Ciencias Políticas.

Ciudadanos desaparecerá de la Asamblea de Madrid. Así de sencillo. Dadas las circunstancias, era de esperar.

El PSOE no deja de mirar de perfil todo lo que está pasando porque lo mejor es estar quietecito hasta saber cómo acaba el sainete. La caza de votos que quedarán huérfanos (los votantes de Ciudadanos tendrán que elegir una opción u otra) es la gran batalla que se disputará en estas elecciones.

Vox es otra de las formaciones que puede crecer como la espuma. El desastre de la formación naranja le puede beneficiar y la aparición en el tablero de Iglesias (gusta muy, muy, poco a los votantes de Vox) puede movilizar a los más radicales de la derecha. La presidenta madrileña está intentando polarizar y si se le va la mano hará el caldo gordo a la formación de Abascal.

Isabel Díaz Ayuso, ya no lo tiene tan fácil. Su capacidad para movilizar a los votantes es importante, pero se verá aminorada por la que provoque Iglesias entre los suyos. Sabe que Iglesias es el gran enemigo y ya ha cambiado lo de ¡Socialismo o libertad! por ¡Comunismo o libertad! Polarizar es el objetivo y enfrentar a unos con otros para que la movilización sea masiva es vital para que triunfe Ayuso.

Todo indica que no habrá mayorías absolutas y solo falta saber si los bloques suman más o menos. Todo es muy nuevo y no se puede adivinar cómo terminará la cosa. Queda mucha campaña y durante estos días se van a decir muchas cosas que cambiarán las cosas. Y Ayuso es muy torpe si no tiene un guion escrito al que agarrarse y puede decir lo que no debe, o la pandemia puede convertirse en un infierno (otra vez) y eso pasaría factura a la actual presidenta en funciones. Cuidado con las campañas porque las carga el diablo. Ya veremos, pero me voy a permitir un pronostico: ganará por los pelos Ayuso aunque los escaños de Más Madrid, Podemos y PSOE serán más. Ese es el pronóstico, hoy.