¡Pactar con Bildu para salvar vidas!

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22 may 2020 / 10:44 h - Actualizado: 22 may 2020 / 10:51 h.
"Opinión","Política"
  • Rafael Simancas. / EFE
    Rafael Simancas. / EFE

Existe un documento en el que se refleja que el PSOE pacta con Bildu (de la mano de Unidas Podemos) derogar la anterior reforma laboral íntegramente. Pedro Sánchez necesitaba garantizar los votos necesarios para alargar el estado de alarma y se postró ante los que apoyan lo que fue el terrorismo de ETA y la disolución del Estado español. No hay que darle más vueltas. Esto es lo que es.

Hay que tener muy poca vergüenza para decir que se ha pactado con Bildu por culpa del PP. Lo ha dicho el diputado por el PSOE, Rafael Simancas, que ya estuvo desafortunado al decir que las cosas van mal en la pandemia porque Madrid está en España, pero esto de Bildu es el colmo. Si le sumamos que este sujeto dice que ¡el pacto «se ha firmado para salvar vidas»¡ (¿cómo se pueden salvar nada al lado de los que apoyan alrededor de mil vidas perdidas a base de colocar bombas y pegar tiros en la nuca?) la repugnancia que provoca gran parte de la política española es espeluznante. Pero es que han firmado un acuerdo con Bildu, también, por culpa de los recortes del PP y porque Franco existió. Todo metido en el mismo saco, sin ton ni son, bien agitado. Y voilà; aquí tenemos un esperpento más, otro más.

Me provoca una auténtica e incontrolable náusea escuchar a un tipo como Simancas. La falta de ética no se puede soportar. Hay políticos que no conocen la moral, ni la empatía, ni la responsabilidad, ni la vergüenza personal. Solo piensan en sí mismo, en su futuro personal porque en cualquier empresa harían el ridículo.

A mí, las políticas del PP me han parecido (siempre) cicateras y construidas para favorecer a unos pocos y dejar tirados a casi todos. Franco me ha parecido (siempre) un asesino despiadado que espero descanse junto al mismísimo diablo. Lo de ETA y Bildu no quiero ni calificarlo porque lo más suave que se me ocurre me podría acercar peligrosamente a un juzgado de guardia. Y, ahora, lo del PSOE ya me queda lejos. Con todo el dolor de mi corazón, con una inmensa pena, he de decir que jamás volveré a votar socialista.

Ya no aguanto más. Después de ese pacto de investidura que se sacó de la manga Sánchez nada podía salir bien. Y así ha sido.