Los medios y los días

Pamplinas y libertad de prensa

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12 may 2022 / 05:44 h - Actualizado: 12 may 2022 / 05:44 h.
"Los medios y los días"
  • Pamplinas y libertad de prensa

En el último boletín del Instituto Reuters leo ideas sobre el día mundial de la libertad de prensa que son simplicidades y como ya estoy harto de simplicidades voy a llamarle pamplinas. Cuando una simplicidad se repite se convierte en una chorradita aleccionadora de lo políticamente correcto. El próximo domingo profundizaré un poquito, con datos, sobre este asunto clave de lo que llamamos libertad de prensa, ahora sólo deseo comentar algunas pamplinas que el citado boletín nos regala en su portada.

Primero hay que saber que Reuters es una gran empresa que pertenece a una multinacional canadiense llamada Thomson que, sin embargo, tiene su sede en Estados Unidos. Thomson posee una serie de divisiones: Thomson Financial, Thomson Healthcare, Thomson Legal, Thomson Scientific, y Thomson tax & Accounting. Además, puede decirse que mantiene una base de datos en la que figuran prácticamente todos los científicos del mundo, de diversas ramas del saber, ya que ha mantenido el monopolio de numerosas revisas científicas de impacto. Reuters remonta sus raíces al siglo XIX cuando se crea en Inglaterra la agencia del mismo nombre, aliada con los gobiernos ingleses, que desde entonces sirve noticias a todo el mundo, aunque su negocio principal es proveer de información privilegiada al mundo financiero.

De entrada, habría que preguntarse si es la más indicada para hablarnos de libertad de prensa puesto que es el mundo del poder financiero uno de los factores que más entorpecen la libertad de prensa. Luego, primera pamplina, ponemos al zorro a vigilar a las gallinas. Y el zorro sienta cátedra. No es ni mucho menos una publicación deficiente este boletín de Reuters, al revés, informa bien y de temas relevantes. Pero todo debe ser sometido a crítica, para bien y para mal.

El boletín echa mano de los datos de la inevitable institución Reporteros Sin Fronteras (RSF) que es quien nos dice dónde están los países buenos y los malos en el asunto de la libertad de prensa, con el sustancial error de fijarse más en los gobiernos que en los grandes sectores de poder que es de donde más peligro le llega a la libertad de prensa. ¿Quién financia a RSF? Eso es lo que hay que preguntarse. Por supuesto, en América, el país que para RSF respeta menos la libertad de prensa es Cuba. ¿Y qué? Menuda novedad, es lógico, es un país de partido único en el gobierno desde 1959, lo interesante es saber en qué democracias se vulnera la libertad de prensa. Y, en comparación con sus aires de libertad, todos sabemos que en EEUU los grandes diarios y televisiones más las grandes tecnológicas tienen unos propietarios que en bastantes ocasiones son los mismos y colaboran entre ellos. Ahí están los Bill Gates, Warren Buffet, Jeff Bezos, el Chase Manhattan Bank, el fondo de inversión Black Rock, etc. Luego lo interesante es investigar, sobre todo, las relaciones entre la libertad de prensa y estos nombres, no si una isla con un régimen en decadencia de nula influencia internacional obstaculiza la información libre. Eso es lo fácil.

Por un lado, el boletín Reuters cita a periodistas que advierten «lo mucho que debemos proteger [los periodistas] la libertad de expresión». Vale, ¿y qué van a hacer? ¿Destruir el mercado? ¿destruir el sistema? Los periodistas no son más que trabajadores por cuenta ajena que se ganan la vida gracias a unas empresas que no son un contrapoder sino meros elementos del poder mercantil. Recoger palabras tan etéreas como que los periodistas debemos proteger la libertad de expresión es una pamplina a estas alturas, en este contexto.

Por otro lado, ahí va el parrafito políticamente correcto publicado por el boletín: en qué medida los comunicadores tienen que «abordar las fallas que nos han impedido cumplir con nuestra misión en términos de diversidad, de inclusión, de leer las necesidades de nuestra sociedad». El contexto de mercado en el que vive el periodismo aspira a que no haya diversidad, a que la inclusión se haga si no cuesta mucho dinero y todo está en función de “las necesidades de nuestra sociedad”, una de ellas es que los medios les ofrezcan lo que desean y a millones de receptores estos temas de inclusión, diversidad y demás palabras lindas les resbalan. Qué harto estoy de pamplinas.