En el debate a seis del pasado miércoles de los candidatos a las elecciones de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, candidato por Unidas Podemos, mintió en varias ocasiones y algunos medios de comunicación se han encargado de decirle que lo hizo al menos en tres ocasiones y siempre para dañar a la candidata por el Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso. Hasta Jesús Cintora desmintió a Iglesias, sorprendentemente. Los medios tienen que estar también para eso, porque si no cumplen con esa función fundamental, las mentiras quedan como verdades y eso no es bueno en general para la democracia.
Alguien da un dato sabiendo que no es verdad, por si cuela, y cuela en la mayoría de las ocasiones, sobre todo en los debates. Iglesias nunca gana los debates, como le ocurre a Pedro Sánchez, al que le crece siempre la nariz, pero tienen que hacerlos. Tampoco se le dan bien a Ayuso y sus asesores se lo recuerdan, pero sabe que nada se ha escrito sobre los cobardes y que tiene que estar en ellos. Tiene un problema con los gestos, con esas caritas que pone mientras hablan sobre ella sus adversarios, que dejan al descubierto sus miedos, pero suele defenderse como gato panza arriba. Tiene para todos.
Los ciudadanos quieren medios de comunicación que, aunque cada uno tenga su línea editorial, arrimándose a una ideología u otra, se encarguen no de hacerle el juego a los partidos y sus líderes, sino de estar al servicio de los lectores, oyentes o televidentes. Da asco a veces ver a esos tertulianos que dirigen periódicos, sobre todo digitales, tapando siempre los fallos de sus líderes protegidos y machacando a los otros. ¿Se imaginan Antonio Maestre elogiando algo que haya hecho bien Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, que algo habrá hecho? Imposible. O que en El Cascabel se elogie a Pablo Iglesias, que algo habrá hecho bien. También imposible.
Cuando hay elecciones, o sea, cada tres días, como intentes informarte bien acabas confundido y cabreado, y terminas alejándote de los medios en general viendo a Rociíto o a Canales en Supervivientes. O como, en mi caso, buscando una información de garantía por mis propios medios.