Después de que el Senado romano se negase a nombrar cónsul a Julio César y de que Pompeyo hiciera un trabajo demoledor entre los senadores para lograr que Julio César dejara el mando se sus tropas; el que sería emperador romano poco después, Julio César, decidió marchar sobre Roma con la idea de cargarse a Pompeyo.
Julio César regresó de las Galias. La frontera que separaba las Galias y el Imperio Romano era el río Rubicón y este no podía cruzarse con un ejército sin el debido permiso, hacerlo era un gesto hostil. Julio César sabía que si lo hacía estallaría una guerra civil en Roma. Al llegar a orillas del Rubicón dijo: «Alea jacta est» («La suerte está echada») y «cruzó el Rubicón».
Desde entonces se utilizan ambas expresiones de forma constante cuando nos queremos referir a tomar una decisión de consecuencias irreversibles estando ante situaciones extremas.
Salvando las distancias (Pedro Sánchez se parece a Julio César como yo a un sacerdote anglicano) ha cruzado el Rubicón. El terrorismo en España es un límite que separa la decencia del salvajismo, separa la democracia de la violencia indiscriminada, separa el tiro en la nuca del diálogo. Por mucho que quieran ahora los miembros del Gobierno contarnos eso de que hablar con todos es saludable, lo que están haciendo es negociar y ceder ante un partido político, EH Bildu, que no condena el terrorismo y que busca la independencia del País vasco. Y acercar a los criminales etarras a las prisiones cercanas a su casa.
Pedro Sáchez; presionado por su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias; ha cedido en la concesión de derechos sociolaborales a EH Bildu. Había que pagar las consecuencias de dejar colgados a estos amigos de asesinos el mes de mayo pasado cuando se les prometió la derogación total de la última reforma laboral. Cosas de Pablo Iglesias que pasará a la historia como el político más tóxico de la historia reciente de España. Pedro Sánchez como el peor presidente de la historia de España y el amigo de Arnaldo Otegi. Nadie había tenido esta falta de decencia jamás. Y todo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y mantener su sillón en La Moncloa.
Pedro Sánchez no tiene escrúpulos. Si tiene que negociar con EH Bildu lo hace. Sin complejos. Si eso lava la cara al terrorismo de ETA le importa un pimiento. Se le olvida a este sujeto que compañeros de su partido fueron asesinados por la banda terrorista. Y miembros de otros partidos políticos, militares, guardia civiles y policías. Un ejemplo para la democracia.
Es una vergüenza aunque no sé si es peor que muchos simpatizantes socialistas se lo traguen sin rechistar. Supongo que son los mismos que decían antes, cuando asesinaban a un militar, «algo habrá hecho».
La actitud de Inés Arrimadas es otra vergüenza política que le pasará factura de inmediato. La irrelevancia de C’s se impondrá en muy poco tiempo. Esta mujer busca protagonismo y ha elegido el peor de los caminos. A C´s le queda un suspiro.
Este era el Rubicón de Sánchez. Y lo ha cruzado. Lo único que puedo añadir es: «Alea jacta est».