Viéndolas venir

Pedro Sánchez en el Vaticano

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Álvaro Romero @aromerobernal1
24 oct 2020 / 15:47 h - Actualizado: 24 oct 2020 / 15:51 h.
"Viéndolas venir"
  • Pedro Sánchez en el Vaticano

El presidente de un gobierno al que sus enemigos tachan de comunista, como insulto, es recibido hoy por un papa al que también tachan como pueden sus enemigos, que también los tiene. Y es curioso que buena parte del diálogo se lo haya llevado el asunto de las migraciones, porque si en vez de este presidente hubiera ido otro, mucho más católico, seguramente el asunto se habría despachado antes: los inmigrantes, solo cuando los llamemos para explotarlos. Mientras tanto, cada uno en su puto país y punto. Esa es la doctrina.

La relación de los gobiernos españoles con el Vaticano ha encerrado siempre una paradoja ideológica: a la Iglesia siempre le ha ido mejor aquí con gobiernos de izquierda, y eso lo sabe la Santa Sede, cuyos acuerdos en la Transición siguen no ya intactos, sino mejorados. Vivimos ahora una gran crisis internacional que devuelve los universales al punto de partida de toda ética. Se hace imprescindible la solidaridad internacional y el papa, solidarizado con los inmigrantes, los homosexuales y otros discriminados de la Tierra, se lo ha recordado al socialista Pedro Sánchez, sucesor de aquel Zapatero de la Alianza de Civilizaciones que las élites católicas se tomaron a pitorreo.

Francisco le ha pedido a Pedro que construya “una patria con todos” y la ha advertido de las ideologías que desfiguran dicha patria. El presidente del Gobierno, que ha ido a Roma tras la moción de censura más ridícula de la historia, y que vuelve de Roma con la esperanza de encontrar apoyos para un segundo estado de alarma, ha mirado a Su Santidad y le ha espetado, ya en confianza: “¿Me lo dices o me lo cuentas?”. Al parecer, el papa solo ha hecho un gesto de resignación.