Los medios y los días

Pelosi USA, no me quieras tanto

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06 ago 2022 / 04:00 h - Actualizado: 06 ago 2022 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Nancy Pelosi. / E.P.N SPAIN
    Nancy Pelosi. / E.P.N SPAIN

Hay amores que matan y el de Estados Unidos y Nancy Pelosi es uno de ellos. No sé si los medios audiovisuales que son los que más ve la gente nos estarán poniendo al tanto de un asunto fundamental. Veamos: por lo que leo, deduzco que las armas nucleares siguen ahí pero ya hemos entrado en otra etapa que las supera aunque no las deja de lado porque esta nueva etapa no es incompatible con un pepino nuclear. Estoy hablando de las armas hipersónicas.

El humano, no pudiendo evitar las guerras porque su desarrollo cerebral actual da para lo que da, primero las humanizó, esto es, nada de matar población civil inocente, nos vamos al campo de batalla y allí nos vemos. Es como cuando alguien te dice en un bar: “Vamos a la calle y allí ajustamos cuentas”, para no molestar a la clientela y que pase como en el saloon del Oeste que cuando hay gresca todo termina manga por hombro y encima se supone que el local no está asegurado, quién iba a asegurar un saloon del Oeste si está más tiempo desvencijado que en pie.

Decía que se humaniza la guerra protegiendo a los civiles, permitiendo retirar a muertos y heridos del campo de batalla o respetando a los prisioneros. Esto se ha quedado antiguo, hemos vuelto a la deshumanización, a matar a gente inocente, a violarla, porque eso va en detrimento de la moral del enemigo. Me llama la atención lo de humanizar y deshumanizar porque todo lo que haga el humano es humano, un humano no puede ser un deshumano. Las mayores grandezas y las mayores barbaridades -según crean unos y otros lo que es malo o bueno- son actos humanos, lo que ocurre es que ese deseo moral y ético que tenemos -simples deseos- nos impulsan a mirar los acontecimientos como no son.

Dijo doña Pelosi USA en su aún reciente viaje oriental que su país lo que quiere es proteger la democracia. Menos mal que se ha dado cuenta ahora porque si le preguntan a América Latina por la vigilancia que de la democracia ha llevado a cabo el Tío Sam por aquellos lares te saldrán con el famoso dicho: “En Estados Unidos no hay golpes de Estado porque allí no hay embajada de EEUU”. En América Latina o en Filipinas. Y aquí, cuando ganó Franco, hasta 1958 no se acordó USA de la democracia y aún dejó a Franco hasta su muerte, total, ya le había sacado las bases militares para salvaguardar le democracia (no sería la de España).

Bueno, pues ahora volvemos de nuevo a la humanización de la guerra. Para evitar en lo posible lanzar bombas nucleares, Rusia, China y USA están desarrollando las armas hipersónicas. Se trata de misiles de largo alcance que superan varias veces la velocidad del sonido, por lo cual no pueden ser detectados. Rusia lanza uno desde un submarino cercano a USA, por ejemplo, y ya está, no hace falta gastos en instalar bases militares, en unos pocos minutos da en el blanco. Tanto Rusia como China le llevan ventaja en este campo a USA pero USA está en vías de fabricar digamos que satélites espaciales que, a través de microondas, “despisten” a los misiles hipersónicos.

La humanización estaría en que guardo la esperanza de que los misiles que lancen no sean nucleares pero una vez que empieza la movida la guerra es la guerra, oiga. Bueno, pues esto es lo que ha logrado doña Pelosi USA cabreando más aún a los chinos, que todo ese armamento se acelere por las tres partes. Estamos más en peligro que nunca, Rusia y China podrían lanzar ya esos cohetes antes de que USA termine sus anticohetes, se calcula que para 2025. Claro que también los otros dos están en lo mismo: elaborando anticohetes. Mi otra esperanza es que, con tanto anticohete, los cohetes sean destruidos en el cielo y no lleguen a la tierra, he ahí la nueva humanización de la guerra. Claro que dejarían la atmósfera como un salón del Oeste al final de una pelea. Y la Tierra no tiene un seguro de vida para darle a la especie humana un traje de buzo con el que evitar lo que puede llegarle desde allá arriba.