La noche del sábado el gran actor José Sacristán largó fiesta en el debate de La Sexta contra la izquierda actual y, en particular, contra Pablo Iglesias: “Siempre hay por parte de Pablo Iglesias un afán de protagonismo”, dijo. Le han dado para el pelo, claro, porque además no atacó a la Monarquía, sino al contrario: defendió ciertos aspectos positivos y el papel de Felipe VI. Tras escucharlo reflexioné un poco sobre la posibilidad de que cundiera el ejemplo, pero no hay muchos artistas capaces de hacer eso, lo que hizo el sábado el actor: ser libre y opinar con sinceridad con todas las consecuencias. A estas alturas, con una vida tan larga y bien aprovechada no creo que tenga miedo a que lo maten de hambre. Porque en España hay democracia, claro, y se puede opinar libremente sobre todo, pero depende de a quién critiques, comerás más o menos, mejor o peor. Quien dice comer dice vestir y poder pagar la hipoteca. Estaría bien que salieran más rojos como Sacristán a defender el papel de la izquierda en la transición a la democracia tras una dictadura militar de cuarenta años. Me refiero a la izquierda de verdad, la que representaba el Partido Comunista de España (PCE), su lucha antifranquista en la clandestinidad con sus defectos y virtudes, hoy en manos de un tipo como Pablo Iglesias Turrión. ¿Qué le van a hacer ahora a Sacristán, quitarle premios y alguna calle con su nombre en su pueblo, si la tiene? Las bases de Podemos lo están atacando, y eso que en 2016 colaboró con la formación morada. Es el talante de esta nueva izquierda española, que llama “facha” a todo el que discrepe de las formas pablistas o diga que no es el momento de plantearse si es mejor la República que la Monarquía, como dijo el sábado el actor de Chinchón. Es hora de que salgan los de la izquierda de verdad a dar la cara y a evitar que todo vuele por los aires por el ansia de poder del fundador de Podemos. ¿Cómo se puede llamar “facha” a un hombre como José Sacristán, que toda su vida ha sido un representante de la Cultura española comprometido con los valores de la izquierda? Menos mal que Ramón Espinar y Juan Carlos Monedero han salido en su defensa para calmar los ánimos contra él, en un gesto que les honra.