La Tostá

Periodismo mugre contra el flamenco

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
15 dic 2020 / 08:26 h - Actualizado: 15 dic 2020 / 08:28 h.
"Flamenco","Arte","Historia","Justicia","La Tostá","Historia","Periodismo"
  • Rafael Amargo. / EFE
    Rafael Amargo. / EFE

No deja de sorprender que en la mayor época de reconocimiento del flamenco, la actual, aparezcan artículos como el que ayer firmaba una tal María Porcel en El País digital. Ojo al titular: “La maldición de los bailaores: escándalos, drogas y cárceles”. Aprovecha el asunto de Rafael Amargo para desenterrar casos de otros bailaores con problemas con la Justicia, que no voy a citar porque me parece despreciable sacar ahora casos de hace años para intentar captar lectores.

Lo decía hace unos días: el antiflamenquismo sigue ahí, está vivo en la sociedad española, las instituciones y los medios, y los artistas deberían defenderse. Precisamente, el colectivo de los profesionales del baile es un ejemplo de esfuerzo y lucha, y lo ha sido siempre, desde mediados del siglo XIX. Es la locomotora del flamenco y sus profesionales están sufriendo lo indecible por causa de la pandemia. Están luchando contra viento y marea para salvar sus compañías y, con ellas, a muchos padres de familia. Y viene ahora un diario nacional del prestigio de El País a desenterrar la basura para obtener muchos “me gusta” en las redes sociales.

Recuerdo cuando en este diario se ocupaban del flamenco de una manera decente, con un profesional de la crítica como el ya desaparecido Ángel Álvarez Caballero. También es destacable el trabajo actual de Fermín Lobatón. ¿Qué ha pasado para que tengan que recurrir a la indignidad de echar mierda sobre artistas del baile que han tenido problemas en el pasado? O para que en sus páginas se hayan dicho tantas barbaridades sobre Rosalía, en detrimento de artistas flamencos de verdad que lanzan un buen disco al mercado y les importa un pimiento. Un misterio, de verdad.

Llevo toda mi vida en el flamenco y he visto de todo, como en la vida en general, pero sobre todo he visto a muchos artistas luchando por dignificar este arte. A gente entregada, sana y generosa dándolo todo para que el mundo conozca y ame a este arte tan maravilloso. No se merecen que se dé a entender que este es un mundillo de drogas, cárceles y escándalos.

Si María Porcel tuviera de verdad interés por nuestra cultura podría hacer decenas de artículos, en positivo. Que vaya a Las Tres Mil Viviendas, al Polígono Sur, y escriba sobre la labor que hacen algunos artistas flamencos con los jóvenes. Desinteresadamente, además. Precisamente para que aprendan a amar la cultura de sus padres y abuelos y ni se les ocurra entrar jamás en el infierno de las drogas. Pero sobre todo para que se dediquen a un arte que tiene dos siglos de historia y que ha dado a artistas de la talla de la Argentinita, Carmen Amaya, Antonio el Bailarín, Marchena, Caracol, Antonio Mairena, Lebrijano, Camarón, Morente, Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar.