Pasa la vida

Pico Reja como fosa histórica y no como foso partidista

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
22 feb 2023 / 06:47 h - Actualizado: 22 feb 2023 / 06:48 h.
"Pasa la vida"
  • Pico Reja como fosa histórica y no como foso partidista

Una semana antes del Día de Andalucía, la jornada en la que más se canta el hermoso himno escrito por Blas Infante, ha tenido lugar en el Cementerio de Sevilla el acto que pone fin simbólicamente al proceso de exhumación de restos mortales en la fosa de Pico Reja para investigar cuántas personas fueron sepultadas subrepticiamente en 1936, sin dejar rastro de su paradero, tras ser detenidas y fusiladas por orden de Queipo de Llano, en los primeros meses de furibunda represión para consolidar el golpe de Estado y arranque de la guerra fratricida. Los investigadores de la Sociedad de Ciencias Aranzadi han determinado que 1.786 de los más de 10.000 cadáveres hallados tienen trazas de ser la osamenta de personas con muerte violenta, bien por disparos o por torturas. Es muy probable que una de ellas sea Blas Infante. Aunque no hay certeza porque están localizadas otras siete fosas con miles de desaparecidos, aún por desentrañar la cuantía del horror.

Si hoy en día los niños y niñas andaluces le cantan a coro con naturalidad a la bandera blanca y verde, incluso si en sus familias hay adultos que han cambiado de papeleta para votar a Vox, aún se echa en falta semejante concordia institucional en el resto de los partidos a la hora de participar juntos PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos, etc., y con la bandera constitucional, en el respetuoso respaldo a la localización, identificación y enterramiento de las personas asesinadas. En la más elemental solidaridad con familias que no pudieron hacer el duelo a sus seres queridos. No solo porque estuvieron 40 años en el limbo de un tabú infame, sino porque además han padecido otros 40 años de ostracismo al considerarse erróneamente que la reconciliación de la sociedad española, al fin alineada en el horizonte de las democracias europeas, no era lo suficientemente madura como para simultanear la búsqueda de fosas donde aparecieran montones de cadáveres que identificar y entregar a sus familiares. Fuera cual fuera la biografía de los finados, fuera quien fuera el que ordenó su ejecución.

La historia de Pico Reja, y la de otras fosas aún por explorar, como las llamadas Monumento y Antigua, aún dista mucho de estar completa. Es uno de los abismos más dolorosos de la Historia de Sevilla. Y las últimas páginas han de escribirse con los renglones de la concordia cívica. Sean quienes sean los 31 concejales elegidos el próximo 28 de mayo para constituir la Corporación municipal, han de aprobar por unanimidad que se destine una adecuada partida presupuestaria para continuar la recuperación de los cadáveres. Es de los asuntos en los que no ha de caber polarización alguna. Ni para patrimonializar a los muertos ni para agraviar a sus descendientes.