Miriam Sánchez es la esposa de Pipi Estrada. Pipi Estrada es periodista y colabora en el programa de Telecinco ‘Sálvame’. Parece que Miriam Sánchez no está bien. Inestable, deteriorada físicamente, nerviosa, desesperada... Él va a lo suyo. Pero todo eso da igual y es cosa de ellos. Lo desastroso es que, pase lo que pase, lo utilizan en el programa en el que trabaja Pipi. Da igual si esta chica está fatal, si las imágenes de una discusión entre estas dos personas resultan desagradables, si la intimidad de las personas es pisoteada, si las consecuencias pueden ser demoledoras... porque el único objetivo parece ser sumar horas de televisión al precio sea.
¿Dónde están los límites? ¿Se puede utilizar cualquier material para conseguir arañar décimas en los porcentajes de audiencias? Si esta mujer que parece no estar en su mejor momento comete una locura ¿qué pasará? Pues nada, explotarán las imágenes del tanatorio y el entierro y las lágrimas de dolor de unos y otros. Todo esto es una vergüenza.
Esta pareja tuvieron una hija hace años. Esta niña estará estudiando. El día que llegue al colegio ¿qué le dirán sus compañeros? ¿Podrá superar esto con facilidad? Porque la emisión de las imágenes de sus padres discutiendo han sido emitidas en un horario en el que los niños andan por la casa.
Indigna que alguien presuma de mejorar audiencias a base de utilizar personajes destrozados, de conflictos sin interés alguno y del daño y el sufrimiento. No se puede consentir que sirva cualquier cosa en la televisión. Alguien debe ordenar el asunto porque es insoportable asistir a espectáculos tan denigrantes para las personas como los que nos ofrecen a diario. Una sociedad moderna no puede consentir algunas cosas y una de ellas es hacer negocios utilizando las desgracias ajenas.