¡Ponte las MALLAS!

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07 abr 2018 / 19:37 h - Actualizado: 07 abr 2018 / 19:40 h.
  • ¡Ponte las MALLAS!

Me encanta salir a correr y cada vez que lo hago, me pongo mis mallas, ya sabes, ese pantalón de tejido elástico que se ajusta perfectamente al cuerpo. Ayer, mientras corría, recibí la llamada de una amiga que estaba algo tristona y mi pequeño consejo fue tan sencillo como necesario: «¡ponte las MALLAS!», y no me refería precisamente al tipo de mallas que yo llevaba, sino a unas aún mejores: se trata de MAntener viva la LLAma de la Superación.

Estas originales «MALLAS», para bien o para mal, resaltan la figura de tu vida, es decir, que al ponértelas, tú podrás observar si tu existencia tiene un buen tipo o, por el contrario, pide a gritos una lipo porque la grasa de la monotonía, del sedentarismo mental y emocional, del conformismo y de la superficialidad no permiten que el resto de órganos puedan funcionar. MAntener viva la LLAma de la Superación te permitirá disfrutar del delicioso plato de la satisfacción personal, ese que nutre tu alma, cuida tu organismo y te hace sacar lo mejor de ti mismo. Cuando te pones las «MALLAS», no importa la talla del problema, que solucionarlo será tu lema; cuando te pones las «MALLAS», la bomba del estrés ¡no estalla! (pues la superación difumina la tensión); cuando te pones las «MALLAS», estás en mejor disposición para ganar cualquier batalla (porque quien se supera... ¡prospera!); cuando te pones las «MALLAS», a ti mismo, te hallas (la motivación y la superación personal hacen que contigo vuelvas a conectar y que tengas presente lo que importa de verdad).

Si te fijas bien, las mallas habituales están hechas de un tejido resistente y elástico (potenciando tu agilidad), de forma que resultan ligeras, cómodas, protegen del frío y son transpirables; te sorprendería saber que las originales «MALLAS» comparten estas mismas propiedades y cualidades:

– Tejido resistente y elástico: MAntener viva la LLAma de la Superación supone el saber adaptarse a los cambios, el arte de saber transformarlos en beneficiosos, esto es, elasticidad mental y emocional; esta elasticidad es la que te hace resistente y consigue que no te rompas, simplemente cambias de forma y acabas creando tus propias normas, ¡por eso el tejido de tus «MALLAS» es tan resistente y elástico!

– Son ligeras, cómodas, protegen del frío, transpirables... Gracias a su fantástico tejido, cuando MAntienes viva la LLAma de la Superación te conviertes en la viva imagen de la evolución, te empiezas a sentir más ligero en el momento que dejas atrás el agujero del estancamiento, del aburrimiento, de la desidia... es como si te quitases un peso de encima; con tus «MALLAS» estarás protegido contra el frío de la indiferencia a la par que nutrirás tu conciencia al enfrentarte a nuevos retos en tu camino a la excelencia, y mientras sudas la camiseta en pro de conseguir tus metas, mantendrás tu temperatura emocional porque lo mejor de este entrenamiento es que permite que tu cuerpo, tu mente y tu alma respiren en todo momento.

Entonces, ¿qué es MAntener viva la LLAma de la Superación? supone trabajar, disfrutar y conseguir una constancia en el entusiasmo; tener perseverancia en la motivación, pues quien esto logra, sentirá como su vida, sentido, cobra; empezará a sacar jugo de cada pequeño detalle, de todo aprende, nada sobra... Piensa en un fuego corriente, ¿qué harías para avivarlo? lo suyo sería echarle más leña; lo mismo sucede para MAntener viva la LLAma de la Superación es necesaria más «LEÑA» esa LEaltad que se empeÑA en progresar y en conquistar nuevos objetivos que nos harán sentirnos, física y emocionalmente, más atractivos. La LEaltad que se empeÑA es hija de los que sueñan, porque los soñadores son los genuinos visionarios que obran la necesaria metamorfósis de convertir, en realidad, lo extraordinario; la LEaltad que se empeÑA es la maestra que te enseña que los éxitos llegan para quien cree en sí mismo y desde esa creencia, se esfuerza por crear su singular camino a la excelencia; la LEaltad que se empeÑA ¡hace peña! porque no hay mejor carta de presentación que la lealtad de corazón, pues en un mundo de apariencias, lo genuino marca la diferencia y se cotiza al alza... Por eso quien MAntiene viva la LLAma de la Superación con esta «LEÑA», sin duda, avanza (y su mente y su corazón siempre gozarán de calor).

Con las «MALLAS» puestas, me entreno a diario y mi tesón me llevar a soñar con un olímpico escenario, pues cuando pienso en «llamas» viene a mi mente la imagen de la llama olímpica, la cual simboliza el fuego que Prometeo le robó a los dioses para entregarlo a los humanos, ese fuego quiere significar la luz del conocimiento y de la razón personal; y es que cuando MAntenemos viva la LLAma de la Superación estamos conservando y alimentando nuestras experiencias y por ende, nuestro conocimiento: el mayor de los tesoros que merece toda nuestra dedicación y miramiento; cuanto más nos superamos, más nos conocemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo.

Un antiguo proverbio mahorí reza: «Ponte de frente al sol y las sombras quedarán detrás de ti», si quieres ser feliz y que las dudas y los temores queden atrás, ¡hay que ponerse las «MALLAS» y entrenar! A veces tomar la decisión de «ponerse frente al sol» da respeto, pero si no lo haces... tus ilusiones se quedaran en el esqueleto y tu día a día quedará repleto de sombras, de este modo, el éxito ¡no te nombra!

Así que ya lo sabes, vayas donde vayas... ¡Ponte las «MALLAS»!