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¿Por qué los del Norte son tan cuadriculados?

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17 nov 2020 / 08:32 h - Actualizado: 17 nov 2020 / 08:37 h.
"Opinión"
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Los individuos que no planificaban el invierno morían y no dejaban descendencia. Esa es mi hipótesis. Ya sé... Ya sé... Es una generalización... Pero ustedes me entienden... Y van a ver que, además, no es una cuestión baladí porque tiene consecuencias que llegan hasta nuestros días. (Pueden tomarse mi hipótesis como una tontería, pero al final verán que les queda un regusto de «aquí hay cierta verdad...»). La teoría, como ven, tiene mucho de darwinista: a lo largo de los siglos y siglos aquellas personas del Norte que no planificaban el invierno morían. Y si morían no dejaban descendencia. Los que vivían porque eran planificadores transmitían sus genes a otros individuos que heredaban el «gen planificador» (me lo acabo de inventar) y sobrevivían. Si alguno se desmadraba y no planificaba el invierno no dejaba sus genes a la siguiente generación. Pero mientras... en el sur, desde Grecia a nuestras playas (y el Caribe, también en el Caribe), si no planificabas no pasaba nada grave: lo pasabas peor o mejor, pero sobrevivías. Ese gen no tenía valor alguno para la supervivencia. La naturaleza era amable con nosotros y nos regalaba alimento.

Algo parecido pasaba con ser puntual: si en el norte no eras puntual la gente no te esperaba, se iba en su carroza y te morías de frío; o si llegabas tarde a una cita en la calle te encontrabas congelado a tu amigo (literalmente) y luego sus hijos venían y te mataban por haber llegado tarde, y, así, tu gen de impuntual no pasaba a la siguiente generación. (Por algo ellos inventaron el reloj). Pero mientras... en el sur: ¿quién no ha llegado 20 minutos tarde a una cita y no ha pasado nada (o 40 si es en la Feria)?

Luego las religiones adoptaron la ideología de los supervivientes: en el Norte la moral protestante de amor al trabajo. ¡Claro que amaban el trabajo: si no trabajaban y planificaban morían! Sólo los que amaron el trabajo transmitieron sus genes. Pero mientras... en el sur el Catolicismo nos decía «Dios proveerá». Y es verdad que, por lo general, proveía... ¿Para qué trabajar tanto?

El problema para los europeos del sur es que ahora las normas se redactan en el Norte y a ellos les parece normal planificar y a nosotros no nos parece mal, pero no lo llevamos en los genes. Ser improvisadores ¡no es un defecto!, es el resultado de un proceso evolutivo. Señores del Norte: ustedes llevan miles de generaciones planificando, compréndannos y no nos presionen tanto. Nos piden algo que no está en nuestros genes.