Los medios y los días

Protestas con razón pero descaradas (y 2)

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01 dic 2022 / 04:00 h - Actualizado: 01 dic 2022 / 04:00 h.
"Laboral","Historia","Los medios y los días","Huelga"
  • Protestas en China estos días. / EFE
    Protestas en China estos días. / EFE

No es nuevo de ahora ni tampoco lo es en la Historia. Detrás de muchas movidas en determinados países han estado otros países, empezando, sin irnos a otras calendas, por cuando Alemania pagó en la Primera Guerra Mundial el tren con el que Lenin llegó desde Suiza a Rusia y allí consumó su revolución. Después de la Segunda Guerra Mundial, ya con la presencia de las armas atómicas apuntándose, Estados Unidos, sobre todo, y la URSS, han estado a la cabeza de cantidad de manifestaciones políticas golpistas y de apoyo a guerrillas. Ya se sabe de sobra el dicho que lanzan en América Latina: “en EEUU no hay golpes de Estado porque no hay embajada de los EEUU”. Kissinger reconoció que detrás del genocidio de Pinochet estuvo su democracia y ahí tuvimos a Pinochet, recibiendo alabanzas de la Thatcher y muriéndose con honores, sólo le faltó que lo trajeran aquí con Queipo.

Ahora es Trump el acusado de intentar dar un golpe de Estado, cómo cambia el cuento, ¡por los dioses! La diferencia está en que en estos tiempos los golpes de Estado se dan “democráticamente” y “legalmente”, como el que tiene a Zelenski en el poder, como el que le dieron a Zelaya en Honduras en 2009 o a Lugo en Paraguay en 2012. La gente no se puede equivocar cuando vota, ya lo dijo en el siglo XX el asesor político del poder mercantil estadounidense Walter Lippmann: hay que asegurarse de que cuando el pueblo vote, vote lo que tiene que votar.

Cuando la gente se equivoca votando el elegido termina siendo un autócrata, un dictador, un genocida..., lo que sea, y el personal se lo cree, lo asimila y lo introduce en su mente consciente aunque no tenga ni pajolera idea de quién es el más votado ni de lo que hace, pero se lo han dicho y redicho los medios. Otros elegidos, si son de la cuerda, ya pueden actuar como actúen que su imagen permanecerá más o menos intacta o ¿por qué estuvo Franco gobernando 40 años?: por la bendición que a finales de los años 50 del pasado siglo le dio el presidente Eisenhower y por el respaldo de la estructura de poder financiero-empresarial-religiosa que lo colocó en el Palacio del Pardo. Menos mal que Pedro Sánchez lo ha sacado de su tumba y ya por eso pasará a la historia, ¡es un héroe don Pedro ganando guerras ante los micrófonos!

Que las batas blancas protesten para que les den más sueldo y más medios está en el guion. Que lo hagan los pensionistas y los parados, también. Que se dé una manifestación un día sí y el otro también por cualquier motivo forma parte del dominio sistémico. De eso viven los servidores de la democracia, de dejar que la gente se desahogue, de cuando en vez se le entrega una concesión y la farsa sigue. Ahora bien, que los camioneros bloqueen Chile en los años 70 para hacer caer a Allende o que los transportistas lo hagan en Brasil para que Lula no llegue de nuevo al poder; que los empresarios monten una huelga general en 2003 contra Chávez y al poco tiempo surja un fallido golpe de Estado, todo eso es otra cosa. Tampoco es normal que los chinos se estén manifestando contra Xi Jing Pi. Bueno, tal vez sea normal, pero sorprendente: quieren libertad. Ya en el Hong Kong chino apareció el movimiento de los paraguas también contra China. Y cualquiera sabe las movidas políticas que nos quedan por ver a nivel internacional, empezando por EEUU. El humano sabe que no se puede enfrentar a bombazo nuclear limpio -miren qué pronto dijo Biden que el misil que cayó en Polonia no era ruso- y entonces la Tercera Guerra Mundial también se lleva a cabo utilizando a la gente más encabronada. Conclusión: el mundo contemporáneo está más distraído que nunca en el doble sentido de la palabra: entretenido y despistado.