Viéndolas venir

¿Qué comen los futbolistas de Los Palacios?

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Álvaro Romero @aromerobernal1
30 ago 2021 / 08:09 h - Actualizado: 30 ago 2021 / 08:49 h.
"Viéndolas venir"
  • Gavi./ Barça TV+
    Gavi./ Barça TV+

No creo que ningún pueblo de España -y hablo en serio aunque abierto a que me corrijan quienes entienden- haya dado para el fútbol profesional de primera fila tantos nombres punteros en el estrecho margen de una década: primero fue Jesús Navas, que consiguió todo lo posible en ese orbe de galácticos sin dejar de vivir y pasear por aquí. Pero es que luego, como si el tomate tuviera algo que ver -y es un decir, un recurso poético- salieron Fabián Ruiz e Ismael Gutiérrez, dos chavales que han compartido calles, generación y retos y ahora son estrellas en sus respectivos equipos. El Nápoles no sería lo que es actualmente sin Fabián. La familia Barragán ha dado a otros dos grandes: uno que ha llevado su apellido por bandera en equipos de Primera División de España e Inglaterra, aunque no naciera aquí, y otro que firma como Bernabé sus paradones de demandado guardameta. Y eso sin mencionar, porque hace más tiempo, nombres como el de Joaquín Bornes, que además de jugar en el Recre y en el Real Betis, pasó por Escocia antes de convertirse en entrenador.

Ayer, bastante más joven, debutó nada menos que con el Barcelona el palaciego Pablo Páez Gavira, 'Gavi'. Como si a los 17 años fuera lo más normal del mundo. Aquí ya parece que lo es. Pero solo lo parece. El sacrificio y la constancia siempre quedan de puertas para dentro. Que le pregunten a sus padres, que han sido en todos los casos los observadores sin alharacas, los garantistas de su educación sin cuentos, los financiadores de sus sueños antes de que entraran en acción los clubes a los que les interesaban.

Tras el partido contra el Getafe en el que Gavi se lució en su último cuarto, reconoció Ronald Koeman, el entrenador, que, al entrar el palaciego, había mejorado el equipo la posesión del balón y que se había admirado de su corta edad y su personalidad. Es un comienzo tan admirable como prometedor.