Los medios y los días

¿Qué es la derecha? ¿Pueden aclararse?

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01 ago 2021 / 04:01 h - Actualizado: 31 jul 2021 / 12:05 h.
"Los medios y los días"
  • Olona con Agustín Rosetty en la Verja de Gibraltar. / EP
    Olona con Agustín Rosetty en la Verja de Gibraltar. / EP

Creo que ni la derecha sabe exactamente qué es ser de derechas. En la derecha y en la izquierda hay distintas corrientes, por supuesto, lo que ocurre en la actualidad es que la izquierda se ha unido parlamentariamente y entonces la derecha se ve obligada a hacer lo mismo si piensa en clave electoral y de gobierno. Ha llegado el momento de decirle a la gente qué es, qué pretende, no pueden estar a la gresca PP y Vox, se puede disentir pero no fallarse el uno al otro en temas clave y si esos fallos ocurren es porque se ignoran las señas de identidad, sobre todo las ignora el PP que es el que mantiene una posición más compleja, lo de Vox es más simple y ésa es una de las claves de su éxito: ante una realidad evidente que la izquierda no ve por ignorancia, resistencias psicológicas, prejuicios cuasi religiosos y malas lecturas de Marx, Lenin y otros, Vox proclama ordenar el panorama mediante ideas ancestrales: patriotismo, unidad, reforzamiento ideológico en un sentido claro, hostilidad contra el que viene de fuera ilegalmente a empeorar lo que se tiene ya en casa, reformulación del concepto feminismo, antiabortismo, mayor carga moral y religiosa como factores también de unión mediante el reforzamiento del catolicismo y la marginación de doctrinas que Occidente ya había borrado de sus territorios.

Todo lo anterior es atractivo para una sociedad mucho más cansada de incoherencias, desorden de valores y microdictaduras de lo que proyectan los medios de comunicación, en especial los progubernamentales que no necesariamente deben llamarse de izquierdas ya que, por ejemplo, El País y la SER son plataformas mediáticas conducidas por quienes son los amos reales del mundo: los fondos de inversión y los grandes inversores. Y La Sexta es una simple estrategia de mercado que impulsa Planeta y los alemanes del conglomerado Bertelsmann -que en la Segunda Guerra mundial colaboró con los nazis-, una estrategia que consiste en que Antena 3 TV coloca ante los ojos del espectador la línea conservadora de Planeta y La Sexta “juega” a ser de izquierdas dentro de un orden impuesto por Planeta que cuando la compró después de fundarla Jaume Roures con el impulso de Zapatero se había hecho ya con una pequeña audiencia rebelde -que es distinto de revolucionaria- y no era asunto de perderla tras la absorción de La Sexta por Antena 3. Con una cuota de pantalla del 3 o el 4 por ciento -parecido a la de Cuatro TV- La Sexta hubiera tenido que cerrar, por eso se la comió Antena 3 igual que Berlusconi se comió a otra que va de progre pero menos que La Sexta: Cuatro. En el fondo todo es un juego de mercado.

Es por tanto el PP quien tiene que jugar la batalla de la cultura. La cultura es un sistema de valores por los que regirse, ahora no existe, el que hay ha sido impuesto, así lo sienten millones de españoles y así lo siento yo. Es evidente que la unión PP-Vox traería otra cultura con la que otro amplio sector de la población se sentiría a disgusto, se trata de ver cuál es la que funciona mejor pero para eso la gente tiene que saber qué narices entiende el PP por derecha, desde Rajoy eso está muy confundido porque Rajoy se dejó llevar demasiado por la causa del caos cognitivo actual: la posmodernidad con toda la ignorancia histórica que conlleva y toda la fantasía filosófica que arrastra y que se ha metido en millones de personas como un virus que lleva destrozando consciencias desde mucho antes que el Covid.

Lo que no puede hacer la derecha es caer en el espectáculo que están ofreciendo continuamente el gobierno y sus aliados que con sus escandalosas diferencias continuas transmiten inseguridad a unos ciudadanos ya de por sí vulnerables y traumatizados por la velocidad de los acontecimientos del mundo actual. Los ciudadanos, por su parte, deben acostumbrarse a los debates y disensos entre coaliciones de partidos, lo que no se puede tolerar para una buena imagen exterior e interior y para que un país inspire confianza y seguridad es que se observe que no se está por una labor similar en temas que sean el basamento político, ideológico y cultural de una formación o coalición, es eso lo que tiene que trabajar sobre todo el PP, ambos, PP y Vox, tendrán que aclarar qué es la derecha si es que aspiran de verdad a gobernar. Y que no se confíen que, digámoslo con claridad, el discurso fácil de una izquierda mística que parece que no ha roto un plato más 140.000 millones ganan elecciones, sin duda.

Esos miles de millones le exigen a Sánchez que la cogobernanza sea en gran medida una simple puesta en escena discriminatoria para, sobre todo, controlar él su reparto como un Euro-PER gigantesco, ése sistema que tenía -y tiene, con otros nombres- a millones de andaluces y extremeños atados por un voto cautivo al PSOE. A ver cómo se enfrenta a ésta y otras circunstancias la derecha.