Mañana sábado dará un concierto en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera uno de los guitarristas y compositores flamencos más importantes de todos los tiempos, Paco Cepero, artista de San Miguel. Corazón y bordón, así se llama su concierto, bonito epígrafe para lo que será, a buen seguro, un acontecimiento social y cultural en su tierra. Su último trabajo discográfico, Vivencias, es para escucharlo diariamente, una obra musical de una delicadeza increíble y una ejecución que asombra en un guitarrista de flamenco que cumplirá en marzo 80 años. Parece que no ha pasado el tiempo por sus manos y tiene la cabeza tan clara y bien amueblada como siempre. Hace años decidió volver a su tierra, Jerez, para estar con los suyos, y lo cierto es que no todo es una seda. Pero, ¿qué pasa con el maestro Cepero en Sevilla, donde tanto se le admira? No se entiende que no haya presentado aún su última obra en alguno de los teatros de la ciudad. A lo mejor no le va a gustar al maestro que lo diga, pero en la Junta ni se le ponen al teléfono. Ya es triste que un artista de su categoría tenga que llamar a Cultura a ver qué pasa con él, pero que ni siquiera lo atiendan..., es una muestra más de que al Gobierno actual le importa un pimiento el flamenco y que siga en plena forma uno de los mejores guitarristas del mundo. Las veces que ha venido a tocar a Sevilla, ha triunfado de manera rotunda. Recuerdo sobre manera cuando vino a acompañar a Naranjito de Triana en su despedida de los escenarios, en el Teatro de la Maestranza, y solo con salir al escenario levantó al público. Paco Cepero es de los artistas que lo son saliendo de su casa, en la calle o en una taberna tomándose una copa de Tío Pepe con su amada esposa. Alguna vez he ido con él por las calles de Jerez y parecía que iba con Dios. Entras en un bar y si está Cepero, es como una flor en un bosque quemado: solo ves la flor. Tiene carisma, eso que no se compra con dinero y que han tenido solo los elegidos, artistas como Caracol, Marchena o Camarón. Eso sí, es sincero cuando habla de flamenco, de los que no tienen pelos en la lengua, lo que le suele acarrear disgustillos, a veces, en las redes sociales, como cuando nos dijo en una entrevista que Paco de Lucía le había cogido el “soniquetillo”. Se lió la marimorena, pero no dijo nada que no sepan los que chanelan del arte jondo: que Paco siempre admiró su soniquete. Mañana toca en Jerez, en el Villamarta. No se lo pierdan, que ya no quedan artistas como él.