Viéndolas venir

Queipo de Llano, te echaremos de menos

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Álvaro Romero @aromerobernal1
07 oct 2022 / 10:06 h - Actualizado: 07 oct 2022 / 10:08 h.
"Viéndolas venir"
  • Tumba del general franquista Queipo de Llano en la Basílica de la Macarena. / María José López - E.P.
    Tumba del general franquista Queipo de Llano en la Basílica de la Macarena. / María José López - E.P.

La nueva Ley de Memoria Democrática dirá muchas tonterías, según sus detractores, que los tiene, pero que un asesino como Queipo de Llano no debe seguir en la basílica de la Macarena creo que todo el mundo lo considerará suficientemente serio. Digo yo. Pero uno puede decir misa. Luego te encuentras con gente que te defiende cualquier cosa, más papista que el papa, mucho más sumisa de lo que nadie supuso jamás y regida por la ley de la inercia que ha imperado en este país durante demasiado tiempo hasta el punto de normalizar lo que no ha sido normal en ninguna parte.

La nueva ley dice, clarifica y subraya muchas perogrulladas, pero lo cierto es que ha habido que legislar para que Pero Grullo se convierta en ley. Con respecto a que la Virgen más popular de Sevilla se hubiera ceñido durante años un fajín del susodicho personaje y que los restos de este descansen bajo sus plantas, no diré que baje Dios y lo vea, porque Dios ve en todas partes y ya lo tiene todo visto, pero sí invitaré a que hagamos un ejercicio de imaginación sobre qué dirán nuestros nietos o bisnietos cuando, dentro de no demasiados años, lean en los libros de Historia -que ahora sí abordarán el franquismo que dará tiempo de impartir en clase- que un tipo como Queipo de Llano, que sembró literalmente el terror en Sevilla en el arranque de nuestra guerra incivil, con una radio envenenada y con el fusilamiento indiscriminado de decenas de miles de inocentes, tuvo prácticamente tratamiento de santo en el primer tercio del siglo XXI. Qué dirán, cómo tratarán de comprendernos a pesar de no compartir el disparatado criterio. Qué esfuerzo de empatía harán con nosotros, sus antepasados, para, sin dejar de reconocer la barbaridad, entender que las cosas no eran como van a ser entonces.

Ha tenido que pasar casi medio siglo para considerar ilegal un sistema totalitario y represivo que en cualquier latitud del mundo se vino mirando de reojo. Como se suele decir, lo difícil no es cantar por derecho en Japón, sino en Jerez. Pues eso, que hay que reconocer que las barbaries más evidentes de la Historia no son siempre fáciles de deglutir como tales desde el kilómetro cero en que se cometieron y, afectados por el síndrome de Estocolmo, hemos venido soportando la ignominia que nuestros nietos no podrán siquiera imaginar sin que les duela la dignidad. Con todo, ahora que en Sevilla se pondrá la cosa movida porque vendrán a expulsar los restos de don Gonzalo, seguro que a más de uno le da por organizar una manifestación porque lo que a la gente le preocupa, a la gente de la calle, dirán, a la gente de veras como quienes sostienen esto, es el paro, la corrupción política, la inseguridad ciudadana y el precio de la luz... Ya los estoy oyendo, antes de que tomen la palabra con todo el derecho del mundo que no hubieran tenido en aquel entonces..., cuando no había paro ni política ni inseguridad, y mucho menos luces.