Esperando a ver si hay o no acuerdo en Bruselas favorable para España, pienso en si alguien de este país les dejaría dinero a Sánchez e Iglesias. La cartera, vamos, con tarjetas de crédito y todo. Que en Europa hay cierta escama con el Gobierno español, por su composición, con un vicepresidente como Iglesias, una ministra como Irene Montero y un ministro como Alberto Garzón, es algo irrefutable. Recordemos cuando el ahora Marqués de Galapagar decía que había que salirse del euro sin pagar la deuda, en plan para eso soy un revolucionario chavista. Todavía no tenía hijos, una mansión por pagar y un cargo como el que tiene, nada menos que el de vicepresidente del Gobierno.
Hagamos memoria y recordemos también aquel vídeo en el que Garzón se puso cómodo en su casa para cocinar y lució una sudadera de la República Democrática Alemana –DDR por sus siglas en alemán–, la Alemania del Este, donde acribillaban a balazos en el muro al que intentara escapar del régimen comunista. En Europa estarán encantados con estos dos componentes del Gobierno español. Y, claro, ahora hay cierta desconfianza a la hora de que nos den dinero para ver si levantamos esto, una parte a fondo perdido, o sea, que no habrá que devolver, y otra para créditos que sí habrá que reintegrar. En cuanto a Irene Montero, el problema no es que sea también de ultraizquierda, que es muy legítimo, sino que de vez en cuando habla, y esas cositas que dice llegan al resto de Europa.
De Sánchez no se fían tampoco mucho, a pesar de que es de un partido europeísta y con buen crédito en la eurozona. No les gusta que sea una manga rota, o sea, un presidente que a pesar de una crisis tan brutal no ha reducido ministerios y que es capaz de coger el Falcon para ir a sacar al perro. Ya, sí, de acuerdo en que los líderes de la UE son unos siesos que nos van a dar menos de lo que pedimos, pero es que el plan que tenemos aquí es de coco y huevo. Para colmo, empeorado con los golpistas catalanes ya en la calle y el claro plan de echar abajo la Monarquía. Además no están seguros de que vayamos a ser capaces de reducir las pensiones y hacer una reforma laboral en la que un trabajador pueda ser despedido con un: “Gracias por sus servicios prestados”.
No se fían de España, que tiene ya una deuda para eso, para, como dijo Iglesias cuando no era nadie, no pagarla y si se enfadan decir, “vale, pues nos vamos del euro”, que en realidad es lo que quieren los de Podemos, un país pobre, sometido y aislado, con el control de los medios de comunicación por parte del Estado y la gente con la boca siempre abierta y no precisamente para ejercer la libertad de expresión, sino pidiendo garbanzos. ¿Les suena? Sí, como esos que, según Alberto Garzón, son un modelo a seguir: Cuba y Venezuela, por citar solo a dos.
Al final nos hemos traído 140. 000 millones de euros del fondo europeo, con unas condiciones como de rescate. 72.000 de ayudas directas, lo que el presidente ya vende como “un gran acuerdo para Europa”. Menos da una piedra.