¿Quiero ser Titán?

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07 feb 2021 / 04:00 h - Actualizado: 07 feb 2021 / 04:00 h.
  • ¿Quiero ser Titán?

Esta cuestión empezó a rondarme la cabeza desde que, hace unos días, ví la película de Lennart Ruff "The Titan". Por si os interesa, no os desvelaré demasiado, únicamente os contaré que el film se desarrolla en un futuro (año 2047) donde la humanidad corre peligro de extinguirse y movidos por el sentimiento de buscar una alternativa, unos militares toman la decisión de formar parte de un novedoso experimento genético que tiene como objetivo acelerar el desarrollo genético de los seres humanos con el fin de que consigan vivir en Titan, la luna más "habitable" de Saturno, evitando así la exterminación de la humanidad.

Homo Titanius

El ideador del experimento, no les cuenta a los voluntarios toda la verdad de lo que está haciendo y para convencerlos, les dice: "Serán ustedes mismos... pero mejores". Así los militares comienzan un duro entrenamiento físico y mental para poner a prueba los resultados de su ¿nueva humanidad? conseguida a base de su propia modificación genética...

De repente, la peli fue como un empujón a la reflexión... La supervivencia y la evolución son buenos fines, pero, al menos desde mi perspectiva, el fin no justifica los medios, pues si estos son cuestionables, aquel también...Si para conseguir esa "evolución" hay que destruir lo humano del humano, modificándonos desde dentro, convirtiéndonos en una suerte de súper animales, que corren, nadan e incluso vuelan de manera asombrosa; que apenas necesitan oxígeno para sobrevivir; que tienen la visión nocturna de los felinos, si... Pero ya no distinguen el bien del mal, matando, no para sobrevivir, sino únicamente porque tienen la capacidad de hacerlo y, por supuesto, dejando de lado cualquier tipo de consideración moral o sentimiento... ¿No resulta profundamente incoherente que para preservar la supervivencia de la humanidad se elimine todo rastro de lo humano? Ése es el Homo Titanius que consigue el director del experimento, un "Homo Titanius" con mucho de Titanius y poco de Homo...

No somos Transformers...

¿Te acuerdas de los dibujitos Transformers? estos robots que se transformaban en otras cosas y se hacían gigantes para pelearse... Nosotros no funcionamos así... Porque nosotros para hacernos grandes necesitamos profundizar en lo pequeño: en nuestra vulnerabilidad, nuestra empatía, nuestra solidaridad, nuestra capacidad de superación, nuestra empatía... Cuando comprendemos que nuestra grandeza viene de lo que nos hace humanos, es entonces cuando evolucionamos (en todo los sentidos).

Esto de intentar ser un Transformer a cualquier precio, no es nuevo, no se trata de un argumento futurista... Ya en la II Guerra Mundial, los jerarcas nazís repatieron entre sus tropas unos 35 millones de pastillas de Pervitín -una potente metanfetamina- así consiguieron eliminar cualquier sentimiento de empatía en sus soldados, manteniendo despiertos durante días a los operadores de sus tanques y así consiguieron invadir rápidamente Polonia, pero todos sabemos como acabó la II Guerra Mundial...

Evolución, no transformación

Es positivo y necesario evolucionar y mejorarse pero desde lo que uno es, sin traicionar la propia esencia ¡así es como se marca una significativa diferencia! Creo que nuestra supervivencia está ligada a nuestra inteligencia, tanto intelectual como emocial, apliquémosla a pleno rendimiento, buscando los mejores fines a través de los medios correctos, manteniendo nuestra visión en el objetivo, trabajando conjuntamente sin la mentalidad del "enemigo" porque de este modo, por más complicado o lejano que se antoje el fin, llegaremos a buen puerto...

Volviendo a la pregunta: ¿Quiero ser Titán? mi respuesta es que prefiero ser, de mi vida (la auténtica), el capitán...

María Graciani