¿Resurrección del FRAP?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
28 may 2020 / 08:36 h - Actualizado: 28 may 2020 / 08:45 h.
"La Tostá"
  • Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. / Eduardo Parra / Europa Press
    Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. / Eduardo Parra / Europa Press

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No recuerdo una sesión del Congreso tan bronca como la de ayer y que aportara tan poco a la solución de los problemas de los ciudadanos, que se supone que es ahí donde se solventan en general nuestros muchos problemas. Ayer, además, se podía cortar el odio como si fuera carne membrillo, sobre todo cuando Consuelo Álvarez de Toledo le recordó al vicepresidente Pablo Iglesias que era hijo de un terrorista, defendiéndose de sus ataques por el hecho de ser de una familia noble. Fue el propio Iglesias quien dijo, en un artículo sobre la muerte de Santiago Carrillo, que su padre militó en el FRAP, grupo terrorista, antifascista, que asesinó al menos a seis policías y guardias civiles, según la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

El FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota), se creó en 1973 y no era del Partido Comunista de España, como se asegura, sino precisamente para ir contra él. Desapareció pronto, pero hizo un gran daño en sus cinco años de historia, hasta 1978. Casi nadie se acordaba ya de esta banda terrorista, de la que se volvió a hablar cuando irrumpió Pablo Iglesias en la política patria. Ayer la diputada del PP, a la que Iglesias llama “Señora Marquesa”, se lo tiró a la cara y se lió la matraca. Le dio pie a que el líder de Podemos la machacara, algo que se le da bien, pero prefirió aguantarse. Eso sí, le dijo a la diputada, en tono amenazante, que se lo diría a su padre para que tomara las medidas pertinentes en estos casos.

Suponiendo que militara de verdad en el FRAP, aunque no matara a nadie, es algo que tiene que ver con el padre de Iglesias, no con él. Recordarán cuando el señor Iglesias calificó de “terrorista” al empresario Amancio Ortega. “25 % de paro y Amancio Ortega tercero en el ranking mundial de ricos. Democracia. ¿Dónde? Terrorista. ¿Quién?”. Esto es lo que dijo el vicepresidente en su cuenta de Twitter en 2012. Así que tenemos tema, algo lamentable porque no aporta absolutamente nada a la política actual, solo crispación, mal rollo y alimento para que crezca el odio, que ya está bastante crecido. Ahora empezarán a sacar del cajón de la memoria a padres y abuelos de diputados, con las manos manchadas de sangre, para que no baje el nivel de tensión en el país.

¿Recuerdan lo que dijo un día Zapatero, sin saber que un micrófono seguía funcionando después de una entrevista con Gabilondo? “Necesitamos tensión”, esto es lo que dijo. Pues eso, la tensión se corta estos días con navaja barbera y ensucia el aire tan puro del que ya disfrutábamos.