Desvariando

Reyes Carrasco

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
07 feb 2021 / 09:24 h - Actualizado: 07 feb 2021 / 09:29 h.
"Desvariando"
  • Reyes Carrasco

Al flamenco le hacen falta cantaoras y cantaores jóvenes, sobre todo al de Sevilla, porque estamos cortitos con sifón y, entre otras razones, esta provincia se ha quedado sin grandes maestros del cante. Es verdad que hay en la actualidad muchos jóvenes que cantan, aunque no se vea nada especial, un nuevo genio. Hay quienes piensan ya que la palaciega Reyes Carrasco es la nueva voz del cante que estábamos esperando desde que murió la Niña de los Peines, en 1969. En esta tierra somos muy apasionados y nos emocionamos con facilidad. O será que queremos ya a una nueva emperadora del cante y creen algunos que puede serlo esta muchacha de 14 años a la que vengo escuchando desde que tendría 5 o 6. Ya entonces decían que cantaba de maravilla. Confieso que no he visto nunca un programa entero de Tierra de Talento, porque entre otras razones no me gustan nada los concursos. Pero anoche escuché a Reyes Carrasco cantando La estrella, de Enrique Morente, mientras bicheaba en las redes sociales, como cada noche, antes de irme a la cama. Algo atorada, supongo que por la emoción, recordó al genio granadino y eso siempre me gusta, sobre todo si es en presencia de José Mercé, quien dijo una vez que, “si Morente es un creador, lo somos todos”, o algo así. Es uno de los miembros del jurado de este programa. Lo más probable es que la palaciega gane la final y eso le ayudará a consagrarse en una nueva cantaora con futuro, que lo tiene. No seré yo quien le quite la ilusión a una adolescente que, por cierto, adora esta música porque la ha mamado en su propia casa, puesto que su madre, María José Carrasco, es una buena cantaora, aunque sin suerte. Su hija Reyes es artista, de eso no me cabe la menor duda, y una vieja cuando canta. Tiene dentro siete tabancos de los de antes, de esos que había en la Alameda hace un siglo. Y sabe vender el cante, adornarlo, ponerle la moña de jazmines. Se buscará la vida con el cante jondo y es probable que en unos años sea una figura puntera. Iba camino de serlo antes de su participación en este programa, pero ahora, con tanta publicidad, saldrá lanzada al estrellato. Ya no es aquella niña que sorprendía por su prematura enjundia, sino una adolescente con la voz medio hecha, bien timbrada, que corona con facilidad los tercios. Tiene cualidades e incluso maneja bien la ojana buena, y eso es estupendo. O sea, que Los Palacios y Villafranca, tierra de buenos cantaores como El Rerre, El Distinguido e Itoli entre otros, tendrá a una cantaora que llevará muy lejos el nombre del pueblo, de buena tradición flamenca. Toda la suerte del mundo para la futura nueva estrella.