La Tostá

Rufo de Santiponce en Itálica

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
30 jun 2022 / 09:16 h - Actualizado: 30 jun 2022 / 09:18 h.
"La Tostá"
  • Rufo de Santiponce en Itálica

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El sábado voy a tener el honor de presentar en el Teatro Romano de Itálica la tercera edición del Festival Flamenco Rufo de Santiponce, cantaor al que conocí muy bien y que fue muy importante en mi formación como aficionado cuando comenzaba a hacerle la corte a este arte. Eran los setenta y Rufo uno de los mejores aficionados del momento, de los que más premios ganaban, que cantaba mucho con el infortunado Fernando Góngora, cantaor de Sanlúcar la Mayor. José Antonio López Rufo, que nació en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), era un cantaor muy personal, fino, con una enorme vocación y un amor desmedido al cante. Como novillero del arte jondo fue un número uno, pero cuando dio el paso a la profesionalidad no tuvo suerte y le costó romper en figura. Luchó lo indecible, pero a finales de los setenta y primero de los ochenta había unas figuras tan grandes, y no era fácil. No solo le pasó a él sino a otros intérpretes como José Parrondo, Porrito de Mairena, Manuel Calero, Marcelo Sousa o Antonio Chacón. Había que ser muy bueno para encontrar un hueco entre Lebrijano, Camarón, Menese o Morente, y Rufo se vio algo frustrado como artista, sin poder dejar su trabajo. Pero fue un cantaor largo, sabio y trabajador, que cantó en todas las peñas de España y en los mejores festivales. Y que tuvo éxitos tan sonados como la milonga del autor de Aznalcóllar José Prada de los Santos, aquel homenaje a Andalucía que sonó tanto en la radio y que hoy cantan todavía algunos jóvenes. Rufo no podía bajarse del escenario sin cantar esa milonga que él interpretaba de manera muy flamenca rompiendo con la clásica milonga de la ópera flamenca. Pero cantó muy bien por soleá y seguiriyas, tarantas, granaínas, fandangos o tientos-tangos, y destacó en la saeta como pocos, teniendo un sitio de privilegio en la Semana Santa sevillana junto a Manuel Mairena, Jesús Heredia, El Sacri, Pili del Castillo o Kiki de Castilblanco. A pesar de su éxito, Rufo tuvo un mal final, le faltó el trabajo y llegó a tener serios problemas para sobrevivir. Murió en 2015, con 63 años, demasiado joven y dejando un buen recuerdo entre los aficionados. Que Santiponce, su peña flamenca y el Ayuntamiento crearan un festival con su nombre es un buen premio a tan buen cantaor y una persona educada, cariñosa y entregada a los amigos. Es un acierto que el festival se celebre cada año en un marco tan importante, Itálica, donde hemos tenido la fortuna de disfrutar de grandes noches de flamenco. El sábado sonarán las voces de La Tana y El Berenjeno de Jerez, el toque de El Perla y Alberto López, entre otros, y lucirán los bailes de Miguel el Rubio y Laura Santamaría. Con entrada gratis, además. Una cita ineludible.