Sampaoli y la directiva del Sevilla F. C. dimiten en bloque, el sueño cumplido

Sampaoli y la directiva del Sevilla F. C. dimiten en bloque, el sueño cumplido

Sampaoli y la directiva del Sevilla F. C. dimiten en bloque, el sueño cumplido

Nirek Sabal

Sampaoli ha dimitido; han cesado a Sampaoli. La directiva del Sevilla F. C. dimite al completo. Los jugadores del Sevilla F. C. se ponen las pilas y salen al campo demostrando que saben jugar al fútbol. Todos estos son titulares soñados por los aficionados del Sevilla F.C. Todos estos son sueños por cumplir para muchos. Pero, de momento, se trata de ciencia ficción.

El Sevilla F. C. está destrozado. La actitud de los jugadores es apática y muchos piensan que le están haciendo la cama al entrenador, esto es, juegan mal para que le echen. No se entiende que el equipo funcione tan rematadamente mal aunque el planteamiento táctico sea cochambroso y no lo entiendan ni los jugadores ni nadie al que le guste el fútbol. Por tanto, es una teoría a tener en cuenta.

Sampaoli pidió siete refuerzos y le trajeron tres (uno de ellos en malas condiciones físicas). Ahora, desde la lesión de Loïc Badé (partido de ida ante el PSV) el técnico argentino tan solo ha podido contar con un central en perfecto estado, Tanguy Nianzou, y ha ido usando a mediocentros o laterales como centrales para presentar una alineación parecida a lo que entendemos como normal, es decir, una defensa que defiende al jugar al fútbol. Todo una ensoñación. ¿No fue Sampaoli el que dejó tirado al Sevilla F. C. hace un tiempo? Es una pregunta retórica que debemos hacernos y reflexionar para que no nos falte información.

Los jugadores están descompuestos, no saben a qué juegan, no saben qué puesto ocupan, ¿no saben que defienden el escudo de un club magnífico que, ahora, arrastra su nombre y su escudo gracias a la desidia y falta de profesionalidad? Más preguntas para reflexionar.

La directiva de un club de fútbol es eso que siempre se esconde tras la puerta de un despacho y no asume su parte de culpa (grandísima parte en esta ocasión). Despropósito tras despropósito que hacen pensar a los aficionados en presidentes anteriores y entrenadores anteriores. ¿Existe posible recambio; hay solución?

Sea como sea, el Sevilla F. C. es un club que no merece este vapuleo, esta vergüenza causada por personas que pasarán aunque el club siga adelante. Son muchos los aficionados que, desconcertados, no saben qué pedir o qué hacer ante una situación que no puede acabar bien de ninguna de las maneras; son muchas ilusiones pisoteadas por aquellos que ven en el fútbol una forma de enriquecerse y solo eso; son muchos los sueños que se quedarán en el camino si esto sigue igual. Esperemos que todavía quede camino por andar.